Raúl Sohr y paro nacional en Colombia: “Lo especial es que el movimiento social estuvo ausente durante casi medio siglo”
Por CNN Chile
22.10.2020 / 01:27
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Los colombianos volvieron a salir a las calles tras las masivas manifestaciones de 2019. El paro del miércoles estuvo marcado por una "minga campesina".
El miércoles, Colombia vivió su manifestación más masiva desde noviembre de 2019. El paro nacional convocó a gremios y agrupaciones indígenas que salieron a las calles después de meses de confinamiento por el COVID-19.
El analista internacional Raúl Sohr explicó en Última Mirada que “lo que es especial en Colombia es que el movimiento social estuvo absolutamente ausente durante casi medio siglo, porque mientras estuvieron muy activas las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al movimiento social cada vez que aparecía los acusaban de ‘tontos útiles’ de la guerrilla y eran sometidos a una represión muy dura. Se asumía que ellos, de una u otra manera, tenían vasos comunicantes con la guerrilla”.
Tras los acuerdos de paz, en noviembre de 2019 millones de personas salieron a marchar en un inmenso paro nacional. Sin embargo, este año los movimientos sociales de todo el mundo estuvieron apagados durante varios meses producto de la pandemia del coronavirus.
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En el paro del miércoles, los movimientos sociales se organizaron en una “minga campesina” de cooperación entre los distintos grupos.
“Los indígenas, que en su gran mayoría son campesinos, están sometidos a una represión brutal. Desde 2016 a esta parte, más de 300 indígenas han sido asesinados”, explicó Sohr.
Por eso, “los indígenas fueron a Bogotá y se manifestaron públicamente, exigiendo que se cumplan los acuerdos de paz, que entre otras cosas estipulan una reforma agraria en la cual los indígenas podrían regularizar la tenencia de tierras. Es el mismo problema que existe en toda América Latina y también en Chile, que los títulos de propiedad siempre son objeto de disputa”.
Por otro lado, el analista advirtió que “no sería tan sorprendente que algunos de los ex guerrilleros desencantados en algún momento vinieran a tomar las armas”. Esto, ya que “muchas de las promesas que se le hizo a los guerrilleros tampoco se han cumplido”.