Los tres comandantes renunciaron el martes, un hecho sin precedentes en la política brasileña. Algunos acusan uso político de los militares, mientras que otros sugieren que la decisión podría haber sido forzada por la renuncia del ministro de Defensa.
Toda la cúpula militar brasileña renunció el martes tras el cambio de gabinete realizado por el presidente Jair Bolsonaro. Con esto, Edson Pujol, del Ejército; Ilques Barbosa Junior, de la Armada; y Antonio Carlos Moretti Bermúdez, de la Fuerza Aérea, dejaron sus cargos.
Se trata de la primera vez que tres comandantes de las Fuerzas Armadas renuncian a sus cargos al mismo tiempo. Pujol, que era crítico de la gestión de Bolsonaro respecto a la pandemia, dijo el año pasado que “no queremos ser parte de la política, mucho menos dejarla entrar en nuestros cuarteles”.
En Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr explicó que la salida de los uniformados “fue una renuncia anti golpe porque justamente los comandantes de las tres ramas han dicho algo insólito, que no había ocurrido en Brasil, y hay todavía un debate de cuánto fue una renuncia o hasta qué punto fueron empujados a renunciar una vez que renunció el ministro de Defensa”.
“Ellos lo que reclaman es que no quieren ser utilizados como mecanismo de presión para, por ejemplo, la disputa que tiene el presidente Bolsonaro con los gobernadores”, explicó el analista.
Lee también: Raúl Sohr y accidente en el Canal de Suez: “Es el fin de la carrera del capitán de este buque”
De acuerdo a Sohr, actualmente “no hay un peligro de golpe de Estado, pero las FF.AA. han señalado con mucha claridad que están descontentas con la conducción que está dando Bolsonaro, que ha empleado mucho a las FF.AA. Hay algunas señales de que también hay divisiones al interior de las FF.AA: hay quienes, en forma más vociferante, como lo ha hecho Bolsonaro, reclaman lo que fue el período de la dictadura, y otros que preferirían dejar eso de lado y mirar hacia el futuro tratando de no abrir viejas heridas”.
Con la situación sanitaria en Brasil, la posición de Bolsonaro se ha ido debilitando, aunque su popularidad sigue relativamente alta respecto a otros líderes de la región. Sin embargo, Luiz Inácio Lula da Silva se ha alzado como un rival potente contra el mandatario.
“Todo hace parecer que el 2022 se va a enfrentar con Lula y si las cosas estuvieran como están hoy día según las últimas encuestas, Lula ganaría con comodidad”, afirmó el experto.
“Hay quienes temen que esto pueda generar un cuadro golpista (…) Se ha comenzado a generar el escenario de qué pasaría si Lula gana las elecciones y Bolsonaro no estuviera dispuesto a entregar el Gobierno”, agregó.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
