Fernando Paulsen: “El peso de la convicción ciudadana en casos públicos no radica en el fallo, sino que radica en la acusación”

Por Fernando Paulsen

21.10.2024 / 10:17

En Cuestión de Opinión, el conductor de CNN Chile Radio se refirió a los efectos por la denuncia e investigación por violación contra Manuel Monsalve.


A veces es difícil entender por qué de pronto las noticias cambian tan rápidamente de énfasis, donde temas que ocuparon un gran espacio tan solo pocos días atrás son reemplazados por otros temas que llenan los titulares y parecen ser de lo único que se habla ahora.

Ese proceso, la llegada de una noticia impactante y nueva, remueve todo lo que hasta hacía pocos minutos se consideraba la noticia más relevante del día. Es el caso, por cierto, de la denuncia de violación contra el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, que redujo noticias importantes a una categoría de segunda elección y, por lo tanto, de importancia aparentemente secundaria.

Lo que respecta al exsubsecretario está y debe ser resuelto por la justicia. Los estertores del caso, sin embargo, afectan la visión sobre el Gobierno antes que el caso legal del exsubsecretario tenga un fallo definitivo respecto a su supuesta conducta ilegal.

El daño para el Gobierno por los supuestos hechos del subsecretario se sabe ahora. De inmediato cae la aprobación en todas las encuestas, buena parte del comidillo ciudadano ya tiene fallo y tiene sentencia. Lo que importa: ¿es verdad lo que se dice que hizo?

Esa respuesta no espera un juicio, tiene una respuesta ciudadana inmediata. Si la verdad más tarde se comprueba que es distinta a lo que se cree hoy, eso no reivindica la imagen del afectado. El valor de un potencial fallo a su favor es solo legal, no arrastra a la apreciación subjetiva de mucha gente.

En ese sentido, se puede perder el caso de dos formas. Una, por cierto, perdiendo en tribunales y declarado culpable y la gente va a sentir que tenía razón. Si gana, el fallo a veces no tiene la fuerza para convencer a la gente que hubo un error en el primer juicio o ciudadano. El resultado, el acusado en imagen, pierde igual, el Gobierno también, porque el peso de la convicción ciudadana en casos públicos y publicitados no radica en el fallo final, sino que radica en la acusación original. Acusar cansa más daño que el fallo del juez.