Daniel Matamala: “Una élite cerrada, uniforme e impermeable es un burla al ideal de la meritocracia”
Por Daniel Matamala
21.01.2019 / 22:33
{"multiple":false,"video":{"key":"czkbbPCjdZh","duration":"00:01:56","type":"video","download":""}}
"Los egresados de nueve colegios del barrio alto de Santiago copan el 53% de los altos puestos de las empresas", comentó el conductor de 360°.
Hablemos de meritocracia. O sea, que sean los más talentosos, y no los mejor conectados; los más meritorios, y no los más favorecidos por su cuna, los que lleguen a las más altas posiciones de la sociedad.
Y veamos ahora qué pasa con esas posiciones en Chile. Los egresados de nueve colegios del barrio alto de Santiago copan el 53% de los altos puestos de las empresas. Los ex estudiantes de seis de esos colegios acaparan el 67% del gabinete.
Claramente estamos seleccionando nuestras élites de una mala manera. Mala, porque es tremendamente injusta, y porque deja reducidos a espacios mínimos a más del 99% de los niños talentosos de Chile; esos que -teniendo todos los méritos- no tuvieron el azar de nacer en la familia adecuada y de ser aceptados en el colegio indicado.
Lee también: Ministra Cubillos arremete contra diputados que impulsan la “Ley Machuca”
Colegios que discriminan arbitrariamente a quien le abren la puerta y a quien no, con criterios inaceptables como la foto de familia, la iglesia a las que van los padres, o las redes de contactos que tengan entre los apoderados. Selección social, pura y dura.
Tienen un gran presupuesto por alumno, aceptan sólo a los de mayor capital cultural y, además, muchos hacen pruebas de selección a niños de 3 años. Pero así y todo, sus resultados no son impresionantes. Como ha puesto de relieve el director de educación de la OCDE, estos son mediocres a nivel mundial, y derivan de la selección de alumnos, pero no del valor agregado de sus procesos de aprendizaje.
En lo que sí son muy eficaces es en generar redes que luego copan los altos puestos de la empresa y la política, cerrando las puertas a los talentos que se han abierto camino desde abajo. Y ese es un tremendo desafío, tanto en el mundo de la educación como en el del poder. Porque una élite cerrada, uniforme e impermeable es un burla al ideal de la meritocracia y un obstáculo para el desarrollo de Chile.
Lee también: Piñera sobre el proyecto Admisión Justa: “Busca valorar el mérito y esfuerzo, y no solo el azar y la suerte”