Eduardo Sepúlveda por debates entre oficialismo y oposición: “La política identitaria, de la cancelación, no ha funcionado”
Por CNN Chile
16.12.2024 / 22:47
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El conductor de Tolerancia Cero analizo los intensos debates por la reforma previsional, la migración irregular y el proyecto minero Dominga. “Vivir en democracia significa, ni más ni menos, tratar de vivir juntos los distintos. Y para eso ojalá que el debate cambie de tono”.
En los últimos días, tres temas sacaron a la luz diferencias entre los chilenos. La reforma de pensiones, la migración irregular y el proyecto minero Dominga.
En pensiones, el oficialismo busca acercarse lo más posible a un sistema de reparto, mientras la oposición busca fortalecer el sistema de ahorro individual. Dentro de la derecha, el tema enfrenta a quienes buscan un acuerdo con la izquierda y a quienes no están dispuestos a un acuerdo que implique una mala política pública.
En el tema de la migración, el oficialismo busca regularizar a inmigrantes irregulares, mientras la oposición defiende que se evite un “efecto llamada” de más migrantes ilegales. Aquí hay diferencias incluso dentro de la Iglesia Católica, porque algunos de sus miembros invocan la misericordia, mientras otros piden privilegiar el orden.
En el tema Dominga, el oficialismo ha sido crítico con la iniciativa, por considerarla dañina para el medioambiente, mientras la oposición ha sido favorable a su autorización, dada la inversión y miles de empleos que generará. Aquí se ha visto debate dentro del Partido Socialista, donde algunos dicen que la prioridad debe ser la ecología, mientras otros dicen que los socialistas deben defender los intereses de los trabajadores, que son los que se beneficiarán con el proyecto.
En los tres temas, quienes han participado del debate dicen buscar el bienestar de las personas. Pero eso no se ha notado. La tónica ha sido la descalificación personal. Las cosas se han llevado a una dimensión moral, de buenos y malos.
El duelo en pensiones sería entre solidarios y egoístas. El duelo en migración sería entre compasivos e indolentes. El duelo en Dominga sería entre respetuosos del medioambiente y depredadores.
Pero discutiendo así no habrá futuro. Ya vimos cómo los políticos que se sentían superiores moralmente salieron de la escena.
La política identitaria, de la cancelación; el convertir la disputa de política pública en una cuestión de buenos y malos no ha funcionado.
Vivir en democracia significa, ni más ni menos, tratar de vivir juntos los distintos. Y para eso ojalá que el debate cambie de tono.