Eduardo Sepúlveda y el “daño” de la reforma educativa: “Terminó siendo la profecía más cumplida”

Por Eduardo Sepúlveda

13.01.2025 / 22:55

En su minuto de confianza, el panelista de Tolerancia Cero expuso su visión sobre las consecuencias de la reforma implementada por el gobierno de Bachelet, que puso fin al lucro, al copago y a la selección. En este último punto, abordó la situación actual del Instituto Nacional.


“Te lo dije”.

Es muy molesto que a uno le digan “te lo dije”, después de que pasa algo que nos habían advertido que ocurriría si hacíamos lo que nos decían que no hiciéramos.

“No te subas al columpio porque te vas a caer”, se escucha decir a mamás y papás a sus hijos en las plazas. Y si el niño se sube y se cae, es posible que la reacción sea un: “te lo dije”.

Ahora bien, cuando el “te lo dije” es entre personas adultas, es más irritante todavía.

Pero este es el caso de lo que pasó con la educación pública en Chile. Durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet se impulsó una reforma educacional basada en la idea, o la ideología, de que era necesario darle más igualdad al sistema. El símbolo más gráfico de esa política pública fue la frase del ministro de Educación de la época, Nicolás Eyzaguirre, de que era necesario “sacarle los patines” a los estudiantes más privilegiados. Así fue como nació la reforma que puso fin al lucro, al copago y a la selección.

Diez años después, los resultados son explícitos y lamentables.

El ejemplo icónico de esta debacle es el Instituto Nacional: de ser top ten pasó a estar en el lugar 304 del ranking de colegios según los resultados de la prueba PAES.

Ascanio Cavallo, en su columna de ayer en La Tercera recordaba que en tiempos anteriores al 2015, cuando el Instituto Nacional bajaba del lugar 10 se producía una alarma general en todo el sistema educacional.

Es cierto. Y la tragedia es que durante una década todo el país vio la caída libre del más emblemático de los liceos públicos, sin que nadie lo evitara.

También es cierto que muchas personas advirtieron que esto ocurriría.

“Les dijimos”, podrán reclamar hoy los que alzaron la voz en su momento. Pero quienes tenían el poder eligieron no escuchar.

Y el daño que haría la reforma a la educación chilena terminó siendo la más cumplida de las profecías.