Rafael González, académico de la U. Mayor y miembro del Cedenna, ahondó en el análisis en el que afirma que la cantidad de testeos que se hacen en nuestro país, sumado a la estrategia de la autoridad sanitaria, nos tiene "sin dirección y andando a ciegas" ante el COVID-19.
“Chile no está aplanando la curva, la perdimos de vista” es el nombre del análisis que realizaron los físicos Rafael González y Miguel Kiwi del Cedenna en Ciper Chile, columna en la que explican qué estrategias se han ocupado en el mundo para enfrentar la pandemia por coronavirus y cuál ha sido el caso nacional.
González ahondó en el tema asegurando “parte de la estrategia del Gobierno se basa en un buen testeo”, y que, a la luz de los datos entregados por la autoridad, no es posible asegurar que la cantidad de controles y pruebas por COVID-19 sean suficientes.
Y aunque nuestro país cuenta con uno de los mayores números de testeos diarios del continente, estos no estarían siendo suficientes para poder avanzar con la estrategia que quiere aplicar el Gobierno. “Estamos a ciegas y escuchamos cómo otros se caen al barranco”, dijo González.
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En ese sentido, y tal como explicó el ministro de Salud, Jaime Mañalich, la planificación considera que “la mayor cantidad de gente se contagie”, el físico afirmó que para manejar ese tipo de estrategia se requiere de una mayor cantidad de testeos.
“Este número de tests, aunque importante a nivel latinoamericano, no es suficiente para seguir esa estrategia”, agregó. De esta manera, si la estrategia fuera un vehículo y los tests el volante, con este nivel de testeo “quedamos sin dirección y estamos andando a ciegas”.
“Estamos a ciegas y escuchamos cómo otros se caen al barranco”, dijo Rafael González.
Por otro lado, se podría evaluar la planificación dispuesta por la administración de Sebastián Piñera en términos de cuántas personas se encuentran en UCI, con ventiladores mecánicos o han fallecido, cifras que a pesar de lamentables, son más bajas que en otros países.
Pero para Rafael estos datos no son tan iluminadores, dado que la mayor parte de la población contagiada tiene menos de 40 años, a diferencia de naciones como Italia donde los contagiados en un comienzo tenían en su mayoría sobre los 60.
“El virus entró por los jóvenes, no lo detectamos pero ya agarró un volumen súper grande. (…) No solamente basta ver el día en que empezó el contagio, cuánto tiempo llevamos o cuántos contagios, sino a qué tipo de población afectó. En nuestro caso afectó a la población joven y de mayores recursos, y ahora ya se está esparciendo en toda la población mayor“, aseguró.
Las autoridades advierten que el número de fallecidos podría aumentar, dado que aún hay muchas personas desaparecidas y las condiciones complicadas para la búsqueda.
