En conversación en CNN Chile, el director del Magíster en Nutrición en Salud Pública de la USS entregó detalles sobre un nuevo estudio que analizó a más de 1.400 estudiantes. "El alcohol es barato, la comida chatarra es barata y están ahí de forma presente afuera de los recintos, es de fácil acceso", detalló.
Una reciente investigación encontró una relación directa entre el consumo de alcohol, una alimentación poco saludable y el insomnio en estudiantes universitarios. En ella, los expertos evaluaron a más de 1.400 jóvenes de diferentes universidades del país para conocer sus hábitos.
“Nos concentramos en el consumo de alcohol porque la vida universitaria es una transición entre una vida secundaria, donde los papás toman muchas decisiones con respecto a la alimentación, y la vida adulta, donde uno toma las decisiones”, detalló Samuel Durán, doctor en Nutrición.
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En conversación en CNN Chile, el director del Magíster en Nutrición en Salud Pública de la Universidad San Sebastián (USS) sostuvo que los universitarios “están en esa transición curiosa donde, de alguna manera, empiezan a tomar las decisiones, pero lamentablemente suelen partir siempre por las peores”.
“Si uno mira los datos globales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el consumo de alcohol en los chilenos está en la mitad, pero cuando uno mira la población más joven, estamos en los países que más consumen alcohol en este segmento, así que es un grupo de alta preocupación”, agregó.
Respecto a si hay más conciencia al respecto, el experto señaló que “han ido mejorando ciertos espacios (…), pero la universidad aún sigue siendo el ambiente propicio para las malas decisiones, porque el alcohol es barato, la comida chatarra es barata y están ahí de forma presente afuera de los recintos, es de fácil acceso”.
“Las universidades han ido cambiando los focos, ahora hay mucha campaña de prevención y lugares donde se acogen a los estudiantes con problemas, pero también faltan muchas actividades como incrementar la actividad física o (impartir) asignaturas, por ejemplo, de promoción de la salud”, dijo.
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Según Durán, muchas veces los recursos económicos de los estudiantes “no son muy altos y, por lo tanto, ellos van a optar por comidas más baratas y eso va a incluir, por supuesto, comida chatarra. Por otra parte, para divertirse, relajarse o desestresarse está de forma omnipresente el alcohol y los cigarros”.
“Entonces, ahí tenemos un tema que hay que trabajar para que los entornos dentro de la universidad sean mejores, para que le podamos dar opciones saludables a los estudiantes para comer y, de alguna forma, desincentivar el consumo de alcohol”, concluyó.