La recién asumida directora del SJM sentó los primeros lineamientos para acercarse al gobierno en la implementación de la nueva Ley de Migración en Chile, destacando que, antes que todo, se debe solucionar una crisis humanitaria, que es muy profunda.
Con 15 años de experiencia en el ámbito social, Waleska Ureta asumió el desafío de liderar el Servicio Jesuita Migrante (SJM). La psicóloga llega precedida por el cargo de la dirección social de América Solidaria.
Tras su reciente nombramiento, Ureta conversó con CNN Chile de diversos temas y, en particular, de la nueva Ley de Migraciones, así como de su implementación que es materia de interés para el SJM y se ha transformado en una preocupación mayor debido a la crisis por el COVID-19.
“Para las personas que están en situación irregular, la pandemia los sitúa en una precariedad más grande. Lo que va a pasar y está pasando es que al no tener sus papeles al día, van a ir viendo más precarizada su situación”, recalcó la psicóloga.
Y agregó que: “No tendrán acceso, por ejemplo, a beneficios que el Estado irá proveyendo para hacer frente a esta pandemia. Tampoco tendrán acceso a salud, ni a nada que tenga que ver con la provisión del Estado”.
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La asumida directora reconoció que es importante regularizar en esta materia: “Los procesos de regulación que hacen los países siempre van a ser beneficiosos. Eso permite que las personas irregulares se incorporen y se incluyan a la sociedad chilena como cualquier persona. Les permite trabajar, pagar impuestos, consumir”.
En esto último, Ureta destacó el fenómeno de la reactivación económica: “En países que tienen este tema más resuelto, cuentan con ingreso neto fiscal bastante poderoso respecto de la migración cuando están regularizados como cualquier ciudadano”.
En ese sentido, la profesional también subrayó que si bien habrá regulaciones para las personas que ingresaron antes del 18 de marzo de este año, eso no termina de solucionar la problemática migratoria. “Con la ley no se resuelve el problema de aquellas personas que todavía están en situación de irregularidad”, aseguró.
Igualdad ante los procesos
La directora del SJM también se refirió a las cerca de 21 mil personas que han ingresado por pasos no habilitados durante los últimos tres años, mayormente venezolanos, según indicó.
“Las personas que están huyendo no van a volver a sus países. Esa visa en muy difícil de conseguir. Se está tratando de resolver una crisis humanitaria, que es muy profunda”.
Al mismo tiempo, indicó la importancia de tener una paridad de oportunidades para estos procesos: “La regularización debiese ser para todos por igual, este gobierno ya lo hizo hace dos años de forma masiva. No entendemos muy bien por qué ahora el cambio de los criterios”.
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Finalmente, Ureta anunció que esperan trabajar con cercanía al gobierno, ya que la sociedad civil juega un rol preponderante en la integración y en la ayuda a lugares donde el Estado muchas veces no llega. Asimismo, se refirió a cuatro puntos sobresalientes y positivos en relación a la nueva Ley de Migraciones:
- Se creó un servicio de migraciones, algo que antes no existía y que se traduce en un servicio que tendrá representación en cada región, permitiendo que los trámites sean más expeditos.
- Se estableció un consejo de política migratoria, compuesto por distintos ministerios, lo que permitirá trabajar intersectorialmente con participación de las presidencias de las asociaciones de municipalidades.
- Se incorporaron 13 visas distintas, lo que ayuda a reflejar de mejor manera los motivos de las personas en cuanto a la migración.
- Se incrementa el número de universidades que pueden revalidar y convalidar los títulos profesionales, lo que abrirá nuevas fuentes laborales a los extranjeros que tengan una preparación previa.