Paulsen y conflicto en Medio Oriente: “La guerra por represalia pendiente no tiene incentivos para actos diplomáticos”
Por Fernando Paulsen
07.10.2024 / 22:51
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El conductor de Tolerancia Cero se refirió al conflicto bélico que persiste en Medio Oriente, donde cada ofensiva es contestada con otro nuevo ataque en un círculo vicioso inacabable. "El daño respondido con daño solo garantiza más daño para todos", comenta.
Si uno consulta en un buscador computacional sobre las causas de una guerra moderna va a recibir una respuesta como la siguiente: las guerras se producen y mantienen por diversos motivos, como por ejemplo apropiación de terrenos, de recursos minerales y otros intereses económicos. También amenazas a la soberanía de un país, por expansionismo territorial, para la mantención del equilibrio de poderes, por diferencias ideológicas, raciales, religiosas o políticas.
Y a cada una de estas causas se les puede incluir ejemplos de conflictos bélicos en los últimos 80 años.
Lo que estamos viendo hoy en la guerra en Medio Oriente es la aparición de una nueva justificación, al cumplirse un año del ataque de Hamas, y esto, para iniciar una guerra, porque ella responde no a los ejemplos clásicos, sino a un ejemplo que lo que hace es mantener la guerra y expandirla.
Podríamos denominar a esta causa la guerra por represalia pendiente y consiste, como lo estamos viendo cada vez que vuelan misiles de lado y lado, en la promesa de contestar y no dejar pasar el último ataque del adversario. Esto se convierte en una promesa a lo suyo, que la gente devuelve con apoyo a los gobernantes. Y escala a la confrontación en tiempo y daño, y cuando la represalia se produce el turno es del rival agredido que promete que los recientes ataques no quedarán sin castigo, lo que implica un nuevo ataque amparado en devolver lo hecho por el enemigo, que cuando es efectivamente atacado, no se demora en pronosticar una nueva represalia por el último ataque y así sucesivamente nacen promesas de mutuas represalias ad eternum, donde cada bando tiene siempre la excusa de sus bombardeos y del daño al rival en la necesidad de responder los ataques previos del otro.
La guerra por represalia pendiente no tiene incentivos para actos diplomáticos de cese del fuego. Solo se guía por contestar con daño al daño sufrido.
Dos males no hacen un bien; el daño respondido con daño solo garantiza más daño para todos.