Paulsen: “La deshumanización de reducir todo a la eficacia puede estar, de nuevo, a la vuelta de la esquina”
Por Fernando Paulsen
06.08.2023 / 23:46
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"Por estos lados, a veces cuesta que algunos firmen un compromiso de proteger la democracia, si el instrumento que la elimina puede llegar a ser más eficaz", dijo el periodista y conductor de Tolerancia Cero en su minuto de confianza.
Hace 78 años, Estados Unidos se convirtió en el primer país de la historia, y hasta ahora el único, en lanzar una bomba atómica sobre una ciudad, Hiroshima. Lo repitió sobre Nagasaki tres días después. Estaban en guerra. La bomba había sido bautizada como Little Boy, Niñito. La de Nagasaki, más poderosa, tenía nombre de adulto: Gordo. Sí, como en Chile nos llama la esposa o polola, afectivamente.
El Gordo y el Niñito mataron directamente o por efecto de la radiación a 180.000 personas. Ningún otro país lo ha vuelto a hacer. Pero la cantidad de países que hoy tienen bombas nucleares se multiplicó en este periodo. Hoy hay 9 países que reconocen arsenal nuclear y otros tres que se sospecha que lo tienen.
El filósofo y teólogo francés, Jacques Ellul, dijo que “un instrumento demanda su uso”. Si está el instrumento, las probabilidades de ser usado son enormes. Porque, sigue Ellul, los artefactos, que a veces también son instituciones, se convierten en pura técnica, que sólo se mide por su eficacia. Si 180.000 mil muertos hacen que un país se rinda, vale. Así también muchos han justificado en América Latina los golpes de Estado. Si nos sirven, entonces valen.
Putin ha mencionado cuatro veces ya la posibilidad de una opción nuclear en su guerra con Ucrania. Y, por estos lados, a veces cuesta que algunos firmen un compromiso de proteger la democracia, si el instrumento que la elimina puede llegar a ser más eficaz.
Hoy, hace 78 años, una guerra se detuvo de una forma brutal e inédita. Lejos de mejorar, la deshumanización de reducir todo a la eficacia puede estar, de nuevo, a la vuelta de la esquina.