Paulsen y atentado contra Trump: “Mientras las armas estén al alcance, la violencia política seguirá siendo frecuente”

Por CNN Chile

15.07.2024 / 00:02

El conductor de Tolerancia Cero dedicó su minuto de confianza a los cuatro asesinatos de presidentes en ejercicio en Estados Unidos. "Que la más poderosa democracia del mundo tenga este registro de atentados contra sus máximas figuras políticas no tiene que ver con la libertad de emprendimiento, o el derecho a la libre expresión, dos conceptos que caracterizan a Estados Unidos", opinó.


Cuatro presidentes asesinados en ejercicio de sus cargos: Abraham Lincoln, 1865; James A. Garfield, 1881; William McKingley, 1901: John F. Kennedy, 1963.

Otros nueve presidentes o ex presidentes sobrevivieron a atentados contra sus vidas: Andrew Jackson, 1835; Theodore Roosevelt, 1912; Franklin Delano Roosevelt, 1945; Harry Truman, 1950; Richard Nixon, en 1974; Gerald Ford, 1975; Jimmy Carter, 1979; Ronald Reagan, 1981; y Donald Trump, 2024.

En todos estos casos el atacante usó armas de fuego.

Que la más poderosa democracia del mundo tenga este registro de atentados contra sus máximas figuras políticas no tiene que ver con la libertad de emprendimiento, o el derecho a la libre expresión, dos conceptos que caracterizan a Estados Unidos.

Si agregamos que Estados Unidos ha estado presente en todas las guerras del siglo XX hasta ahora, como involucrado directo, o como abastecedor principal de armamento, inevitablemente se genera la idea de que la violencia, institucional o personal, es todavía considerada una eficiente herramienta de resolución de conflictos.

Mientras esa idea persevere, la violencia como mecanismo para resolver problemas va a seguir vigente. Lo hará en las dictaduras, donde la violencia es el anfitrión de la fiesta, y lo hará incluso en las democracias más potentes.

Mientras estén las armas al alcance, haya grandes inequidades y la búsqueda de fama individual siga siendo casi un objetivo divino, no importando la vía para conseguirla, la violencia política, grupal o individual, seguirá siendo una característica frecuente, dolorosa y, por la calidad cotidiana de la mayoría de ese pueblo, francamente incomprensible.