Paulsen: “Más temprano que tarde volveremos a repetir el lamento del no lo vimos venir”
Por Fernando Paulsen
23.01.2023 / 00:34
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"Estamos en la antesala de un cambio inevitable, que tiene que ver con valores que hace rato han perdido su fuerza. Y que si no hacemos algo al respecto, partiendo por dialogar y buscarnos, más que distanciarnos, y anclarnos en el fanatismo de la mirada sin matices, más temprano que tarde volveremos a repetir el lamento del 'no lo vimos venir', aunque todas las señales del desastre estaban ahí", reflexionó el periodista y panelista de Tolerancia Cero en su minuto de confianza.
Hace 16 años, en un ensayo obligado para postular a un máster en Políticas Públicas de la universidad de Harvard, desarrollé el concepto de Embarazo Noticioso, o News Pregnancy, en inglés.
Así como la llegada de un nuevo ser humano se detecta fácilmente en el abultamiento del vientre de la mujer, ¿cómo se pueden detectar los hechos noticiosos que están en formación? ¿Dónde se ven los signos de las noticias que vendrán? ¿Es posible anticipar esas noticias a través de sucesos que comiencen a ocurrir y que apunten a un nuevo hecho noticioso?
El caso más rotundo del fracaso de esa lectura anticipada fue la frase “no lo vimos venir”, para explicar el estallido social. A pesar de que había decenas de señales y ejemplos – que hoy no cuesta ver mirando hacia atrás- que apuntaban a un estallido social inevitable.
El periodismo a veces no puede ver esas señales, porque se concentra en el último hecho y no necesariamente mira hacia atrás la hilera de noticias parecidas que se estaban formando y que anunciaban algo nuevo y diferente a lo cotidiano.
Hoy creo que debemos mirar lo que se está formando, no sólo en Chile, sino en el mundo como inevitable hecho noticioso, si no se hace algo al respecto. Las guerras de hoy no son las de hace 50 años; la democracia hoy no goza del mismo respeto que hace 50 años; la forma de mirarnos como miembros del mismo planeta no busca unión, sino diferenciación social, económica, racial la mayoría de las veces.
Estamos en la antesala de un cambio inevitable, que tiene que ver con valores que hace rato han perdido su fuerza.
Y que si no hacemos algo al respecto, partiendo por dialogar y buscarnos, más que distanciarnos, y anclarnos en el fanatismo de la mirada sin matices, más temprano que tarde volveremos a repetir el lamento del “no lo vimos venir“, aunque todas las señales del desastre estaban ahí, frente a esos ojos que miraban, pero nunca quisieron ver.