Mario Carrera, fiscal regional de Arica y Parinacota, analizó en CNN Chile el veredicto condenatorio contra los miembros de la banda criminal y destacó cómo este caso marcó un hito en la persecución del crimen organizado.
Mario Carrera, fiscal regional de Arica y Parinacota, conversó en Hoy Es Noticia de CNN Chile sobre el veredicto condenatorio emitido por el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de Arica en el juicio contra 38 acusados, miembros de la banda criminal Los Gallegos.
En ese contexto, detalló que 34 personas fueron condenadas y 4 absueltas (3 mujeres y 1 hombre).
“Y mañana, respecto de los 34 condenados, corresponde que ambas partes, la Fiscalía y el Ministerio del Interior, como acusadores, y las defensas de cada uno de ellos, entreguen los argumentos para determinar por qué debería imponerse tal o cual pena en concreto a cada uno”, adelantó el magistrado.
En esa misma línea, complementó que lo relevante de este fallo es el reconocimiento de una organización criminal; es decir, se condena por asociación ilícita para cometer diversos delitos.
Por tanto, el fiscal Carrera destacó que se reconoce una estructura criminal con una jerarquía, y se admite que se está en presencia de un grupo que comete ilícitos de diversa naturaleza en la región.
“Y luego, haciendo una bajada respecto de delitos concretos, se condenó por cuatro homicidios, por trata de personas con fines de explotación sexual, por tráfico de migrantes, tráfico de armas, tráfico de drogas, robo con intimidación, amenazas contra funcionarios de la policía, homicidio frustrado de carabinero, secuestro extorsivo, entre otros delitos”, detalló.
Cabe mencionar que el 6 de marzo el tribunal entregará el fallo definitivo respecto de las pretensiones tanto de la Fiscalía como de la defensa.
El origen de la investigación
El fiscal Carrera mencionó que a mediados de 2022 se llevó a cabo el primer procedimiento, tras ocho meses de investigación. En esa instancia, se desenterró a la primera persona que había sido torturada y enterrada viva en la denominada “casa de tortura”.
“Fue el primer procedimiento donde, a nivel nacional, el resto de Chile pudo darse cuenta de lo que estábamos viviendo. Fue el momento en que, desde el nivel central, se tomó una verdadera preocupación por lo que ocurría en el norte de Chile, algo que llevábamos años enfrentando. Desde esa fecha, desenterramos a otras dos personas de nacionalidad colombiana, además de descubrir otros delitos cometidos por esta organización”, añadió.