La exejecutiva de Fiscalía y académica experta en criminalidad abordó la crisis en seguridad y la creación del Ministerio de Seguridad Pública, una solución "de largo plazo" pero a su juicio necesaria. Además, se refirió a las implicancias de reducir la edad de responsabilidad penal de jóvenes y adolescentes y qué dice la evidencia al respecto.
La seguridad y la criminalidad que se ha registrado en el país se han vuelto el principal tema de preocupación para la ciudadanía. Con delitos no vistos en la década pasada y una frecuencia que no conocíamos respecto a los homicidios, también se ha convertido este en el punto número uno en la discusión política.
Dentro de esa arista, caben las políticas públicas que como Estado se llevan a cabo para combatir el avance del crimen organizado. Y si bien la tasa de homicidios ha caído en un 4,8% en 2024, desde el mismo Gobierno han advertido que es necesario continuar las labores que ayuden a reducirlos aún más.
Sobre esto conversamos en Influyentes con Francisca Werth, abogada, exejecutiva general de Fiscalía e investigadora experta en criminalidad.
Respecto a los cambios que hemos visto en cuanto al crimen, la experta señala que existen diversos factores que fueron contribuyendo al menos a la percepción sobre el delito: migración desregulada, estallido social y pandemia son parte de aquello.
Nuevos delitos en Chile
Pero también ha ocurrido que el tipo de delito al que en Chile estábamos acostumbrados, uno más bien relacionado a los crímenes contra la propiedad que contra las personas, se ve alterado con mayor violencia y otro tipo de delitos, como el secuestro extorsivo, nuevas drogas y mayor frecuencia de participación juvenil en estos.
“Hay que tener muy claro que el camino que avanzó el crimen organizado es un camino que es muy difícil de desandar. Retroceder a niveles que teníamos en los años 90 o cerca de los 2000 es difícil, porque ha cambiado todo”, asegura Werth. “Hay un punto muy importante en los datos de homicidio, que por primera vez se están midiendo en forma estandarizada”.
En ese sentido, para la investigadora los datos entregados sobre este tipo de crímenes sí muestran que al menos se logró detener una curva ascendente que preocupaba. “Eso es positivo y si vamos a seguir juntando las cifras, analizándolas de manera centralizada, donde todas las instituciones colaboran (…) eso es ya un avance para la política”, señala.
Junto a ello, la creación y puesta en marcha del Ministerio de Seguridad Pública “no es una solución a corto plazo”, sino más bien una apuesta de largo aliento que puede presentar resultados en el breve tiempo.
Menores el delitos
Otro de los temas que circunda el de seguridad es el de responsabilidad penal de jóvenes y adolescentes. Diversos parlamentarios han presentado propuestas legislativas con el fin de reducir el umbral incluso hasta los 12 años.
No obstante, para Werth este punto es el clásico ejemplo en que la opinión experta y la propuesta política difieren: “Uno escucha académicos, personas expertas que han trabajado en este tema y dicen una cosa, y los políticos dicen otra. Es una brecha, en temas de seguridad suele pasar eso”.
“La evidencia es sólida y bastante contundente en decir que no sacamos nada ni con aumentar las penas si estas no van acompañadas con los debidos programas de reinserción. Y cuando uno habla de reinserción implica no solamente la reinserción respecto de ese joven que comete un delito violento, sino que ir mucho más atrás e ir a la prevención temprana”, afirma la académica.