Guillermo Tagle, pdte. de Credicorp Capital Chile: “Estamos ante una crisis nunca imaginada, de ficción”

Por CNN Chile

27.03.2020 / 23:25

"Aún no podemos dimensionar si ya tocamos fondo o si estaremos un tiempo más en caída libre. Lo que sí es claro es que nunca antes enfrentamos un golpe económico de estas magnitudes", sostuvo Tagle en conversación con CNN Chile.


Hay que volver a una vida más sencilla, tanto en lo social como en los negocios. Así se podría resumir un mensaje que circuló entre emprendedores agrupados en el G100 hace algunos días, en medio de la crisis sanitaria.

Su autor tiene una extensa carrera en la academia, en el mercado de capitales y actualmente es presidente de Credicorp Capital Chile. Se trata de Guillermo Tagle, con quien conversó Matilde Burgos para conocer más sobre los desafíos de las empresas y los emprendedores en el contexto actual con crisis social y pandemia por coronavirus.

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Yo creo que realmente estamos ante una crisis nunca imaginada, de ficción, de esas que a lo mejor uno a lo mejor veía en las películas y se imaginaba que alguna vez podía pasar en el planeta”, dice el presidente de Credicorp. “Y que, en verdad, ha provocado también algo que es, desde mi punto de vista, anticiparnos el futuro en muchas cosas como, por ejemplo, lo que es estar trabajando desde la casa“.

“Aún no podemos dimensionar si ya tocamos fondo o si estaremos un tiempo más en caída libre. Lo que sí es claro es que nunca antes enfrentamos un golpe económico de estas magnitudes: un mundo globalizado e hiperconectado que, de pronto, se paraliza. Y lo único que puede reiniciar el motor es más y más liquidez”, sostuvo.

El empresario y académico advierte que una paralización total traería serias consecuencias. “El desafío logístico de mantener las cadenas de abastecimiento, de alimentación, realmente es muy relevante y no tenemos demasiado tiempo para resolver este problema”, sostiene.

Considera que, en situaciones extremas, no es incompatible la intervención del Estado para ayudar a mantener el equilibrio económico.

“Para mí no es una negación de un modelo liberal que cuando hay dificultades los Estados intervengan. Obviamente transfiriendo recursos que no pueden ir ni a los accionistas, ni a los acreedores de las compañías, si no que al funcionamiento logístico de la compañía“, asegura.

Agrega que los beneficios de ese esfuerzo se tienen que traducir en que las empresas logren finalmente salir adelante y continuar su operatividad pero, además, tienen que ser también para la sociedad como un todo.

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Es que, quizás, el capitalismo tal como lo conocemos, que ya tambaleaba con la emergencia climática y una creciente desigualdad global, nos empuja a tomar un nuevo rumbo. Uno donde la separación entre el emprendimiento público y el privado ya no sea tan nítida.