El coordinador del Servicio de Cirugía Oncológica de FALP sostuvo en CNN Chile expuso que una estrategia viable es la creación de una red pública privada, para que pueda entregar una óptima cobertura.
El pasado 4 de febrero se conmemoró el Día Internacional contra el Cáncer, fecha que se celebró por primera vez en el país con la Ley Nacional del Cáncer, la cual entró en vigencia el pasado 3 de octubre de 2020.
De acuerdo a las cifras de Globocan 2020, en el país hubo más de 54 mil nuevos casos y más de 28.500 muertes producto del cáncer, siendo cánceres de pulmón y estómago los más comunes en mujeres y hombres chilenos.
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¿Cómo la pandemia ha impactado en esta enfermedad?
En conversación con CNN Chile, el coordinador del Servicio de Cirugía Oncológica de la Fundación Arturo López (FALP), Inti Paredes comentó que el COVID-19 “hizo que el foco principal estuviera justamente en las causas de mortalidad por pandemia. Lo que no se analizó es que debajo de esta capa efectivamente habían pacientes con otras enfermedades.”
Asimismo, agregó que “hoy en día estamos viendo los primeros resultados. Resultados que no son auspiciosos“. Esto ya que debido a los protocolos sanitarios, hay pacientes que no pueden retomar sus tratamientos, las consultas médicas bajaron, al igual que las condiciones para realizar Screening (examen para detectar cáncer precozmente). “El impacto que estamos viendo hoy día es el resultado de la primera ola, y creemos que si eventualmente la segunda ola, no somos capaces de administrarlo y darle continuidad a los pacientes con cáncer a seguir con sus tratamientos, el resultado puede ser muy desastroso“, agregó.
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Por otra parte, Paredes indicó dónde hay que poner énfasis para lo que se viene luego de la vacunación, esto porque desde Minsal detallaron que los resultados de la inoculación se registrarán a mediados de junio.
“Los tratamientos del cáncer ofrecen la posibilidad de la continuidad de vida y, de alguna forma, transformar esta enfermedad en una enfermedad crónica. O sea, efectivamente tenemos tratamientos y la opción de entregarlos”, esto porque cada vez que se llega tarde a tratar un tipo de cáncer, implica un tratamiento costoso y menos efectivo.
“Hemos visto en la pandemia, que la capacidad de la red pública, por sí sola, no son capaces de responder a todos lo requerimientos de la población. (…) El COVID-19 no puede interrumpir el tratamiento de los pacientes con cáncer. Los pacientes con cáncer no pueden esperar para reanudar su tratamiento”, afirmó
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“Hoy día post pandemia se produjo una avalancha después de la primera ola, eso hizo en sí que el sistema colapsara. Porque no era capaz de responder tanto a la entrada de los pacientes con diagnóstico de cáncer como a aquellos que estaban dando continuidad al tratamiento”, enfatizó.
Finalmente, el coordinador de Servicio de Cirugía Oncológica de FALP afirmó que “la única estrategia viable” es la creación de una red pública privada, “una red que constituye lo mejor de los dos mundos” para entregar una óptima cobertura a pacientes con cáncer.