El proyecto de ley que otorgará una nueva política migratoria lleva años estancado por diferentes causas. El actual punto de conflicto es la indicación sobre el “turismo laboral” que el presidente vetará en caso de ser aprobado.
En el Congreso continua el debate respecto a la ley que dotará al país de una nueva política migratoria. Esta iniciativa lleva siete años en el Parlamento, siendo reactivada por el actual gobierno.
En conversación con CNN Chile, Macarena Rodríguez, miembro del directorio del Servicio Jesuita a Migrantes, se refirió al avance de este proyecto y a cómo podría influir en ella la actual crisis causada por el COVID-19.
Respecto al realidad que vive el país a causa de la pandemia, Rodríguez hace un llamado a “pensar esta ley no solamente en el contexto actual. (…) Pedimos a los parlamentarios a que esta sea una votación con altura de miras, no con intereses transitorios, momentáneos y específicos, sino pensando que el país y su desarrollo necesitan de la migración”.
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“El llamado que hacemos es a pensar que nuestro sistema tiene que ser capaz de reconocer cuáles son los flujos migratorios y encausar la migración. Lo que no podemos hacer es esconderla, negarla y taparla”, recalcó.
Este proyecto de ley de migración lleva años estancado por diferentes causas, siendo uno de los puntos de conflicto actual la indicación sobre el “turismo laboral”, respecto al cual el ejecutivo anunció que aplicará un veto presidencial en caso de aprobarse.
Sobre esto, Rodríguez, quien también es directora de la Clínica Jurídica de Migrantes de la Universidad Alberto Hurtado, manifestó que “este permiso transitorio de búsqueda de trabajo está orientado a lo que nosotros mencionamos. Es una realidad hoy día que la migración nace por razones económicas, por buscar mejores oportunidades de vida”.
“El veto lo que hace es anular o provocar que esa mayoría que es la que aprueba no prevalezca, porque el veto le exige al Congreso para insistir en ese articulado que se apruebe por dos tercios y eso significa que no se respeta la decisión de la mayoría, sino que finalmente se aprueba la decisión de quien veta”, cuestionó.
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El cuanto al futuro de esta nueva política migratoria, afirmó que “esperamos que sea muy positivo en la vida de las personas porque va a permitir entregar una respuesta en tiempos más razonables, ya que hoy los tiempos de espera son muy largos”.
“La discusión inmediata de una ley en medio de una pandemia probablemente no es el mejor de los escenarios, pero precisamente creo que el llamado es a la calma, a mirar los procesos de una manera más amplia y extensa”, finalizó.