El impuesto específico a los combustibles ha derivado en la manifestación masiva de los "chalecos amarillos", entre quienes exigen desde que el impuesto se aplique solo a los adinerados, hasta la renuncia de Macron.
Durante los últimos días, Francia ha visto cómo las calles se repletan de manifestantes usando el conocido chaleco reflectante, ese que en nuestro país comenzó a ser obligación traer en su vehículo desde 2016.
En Francia se le conocen como los “chalecos amarillos”, y han copado la avenida Campos Eliseos, París. Esto, en señal de protesta al impuesto específico que el presidente francés Emmanuel Macron ha decidido aplicar a los combustibles.
Si bien el sábado pasado Campos Elíseos se convirtió en un territorio de disturbios, este martes Macron hizo un intento por mantener en equilibrio las manifestaciones legítimas y el avance hacia un país más ecológico.
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“Había un malestar bastante generalizado con el gobierno. La popularidad de Macron ha estado bajando en forma muy abrupta. Y por otra parte también estaba la agitación del Frente Nacional, que ahora se llama Reagrupamiento Nacional. Esta organización de extrema derecha, fascistoide, estaba muy involucrada en las manifestaciones“, comentó el analista internacional Raúl Sohr.
Algunas de las medidas que Emmanuel Macron presentó este martes incluyen la salida paulatina de la energía nuclear. Si bien el 70% de la energía que produce Francia es en base a centrales termonucleares, Macron espera reducir ese número a un 50% hasta 2030.
A eso se suma que comenzarán a prescindir completamente del carbón, que representa un 5% del total de producción energética.
“Fin del mundo y fin de mes, nosotros vamos a tratar los dos“, aseguró Macron este martes.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
