Mansuy y AC contra Presidente Boric: “Es una muy mala señal que solo contribuye a degradar aún más nuestras instituciones”

Por Daniel Mansuy

30.09.2024 / 23:31

En su minuto de confianza, el panelista de Tolerancia Cero se refirió a la acusación constitucional presentada esta jornada en contra del presidente Gabriel Boric, cuestionando duramente la postura de la oposición chilena, la cual, según él, solo busca crispar el ambiente político.


Un grupo de diputados de Revolución Nacional anunció hoy la presentación de una acusación constitucional contra el presidente de la república, Gabriel Boric, por su responsabilidad en la crisis de seguridad.

No seré yo quien niegue la importancia de esa crisis que puede poner en riesgo a la democracia chilena si no la enfrentamos de modo adecuado cuanto antes. Todo lo que podamos hacer para avanzar en ello es bienvenido.

Sin embargo, acusar al presidente no prestará ninguna contribución. En rigor, la acusación tiene como efecto crispar todo el ambiente, y ya sabemos que el crimen organizado prospera allí donde hay polarización y bloqueo político.

En rigor, la acusación solo contribuirá a agravar la situación. Además, banaliza un recurso de última ratio. Cuando se presentaron dos acusaciones contra el presidente Sebastián Piñera, muchos criticamos la frivolidad de la medida. No es baladí interrumpir un periodo presidencial, no es trivial buscar destituir un mandatario. De hecho, fue probablemente el acto más mezquino de la entonces oposición y eso no es poco decir.

Algunos podrán decir que el presidente merece beber de su propia medicina, que solo está cosechando de su propia, siembra. No obstante, un mínimo de coherencia obliga hoy a sostener lo mismo que ayer. Uno puede tener muchas críticas al manejo del gobierno, a la conducción del presidente; sin embargo, nadie indica que haya mérito para una acusación constitucional.

Quizás es un modo en que la bancada de Renovación Nacional quiere disimular que no ha sabido hacer su trabajo, oponerse. Quizás es un modo de disimular la irrelevancia política de la oposición. En cualquier caso, es una muy mala señal que solo contribuye a degradar aún más nuestras instituciones y que confirma cuán extraviada está la oposición.