En conversación con CNN Chile, el ministro sostuvo que por esta razón "nosotros hemos cuidado el Plan Nacional de Búsqueda como una política de Estado y no como una bandera específica”.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, se refirió al Plan Nacional de Búsqueda de víctimas de desaparición forzada durante la dictadura cívico-militar impulsado por el Gobierno y aseguró que tiene apoyo transversal.
En conversación con CNN Chile, Cordero sostuvo que “todos con quienes he conversado, de Gobierno y oposición, han considerado que esta es una obligación elemental del Gobierno y por eso nosotros hemos cuidado el Plan Nacional de Búsqueda como una política de Estado y no como una bandera específica”.
Respecto a la iniciativa, detalló que han tenido coordinaciones con el Poder Judicial durante su desarrollo. “No sería posible avanzar en Plan Nacional de Búsqueda si es que nosotros no hubiésemos tenido como antecedente la búsqueda judicial que se ha hecho hasta ahora”, dijo el secretario de Estado.
“Hay un montón de observaciones en materia de verdad y justicia, pero hemos avanzado, de modo incompleto, pero hemos avanzado. Hay miles de fojas judiciales que están, que necesitamos ordenar, sistematizar (…) Además hemos mantenido una coordinación con el ministro Mario Carroza, hemos tenido una reunión con todos los jueces de dedicación exclusiva para explicar por qué el Plan Nacional de Búsqueda es una política pública, pero que es un mecanismo que retroalimenta, es un mecanismo de doble vía, es decir, del Plan de Búsqueda hacia las investigaciones judiciales y de las investigaciones judiciales hacia el plan”, agregó.
En cuanto a los cuestionamientos que ha recibido esta iniciativa, apuntando a los años que han pasado desde que ocurrieron, el ministro señaló que “hay varias respuestas para esa interpelación. La primera es que la desaparición forzada de personas es probablemente de los crímenes de lesa humanidad más atroces. La desaparición forzada es un crimen que se sigue cometiendo diariamente para aquellos familiares que no han encontrado a los suyos y es un crimen atroz no solo porque funciona diaria y cotidianamente(…), sino que también porque traslada un temor a la población a la cual esas personas pertenecían y por eso es un crimen atroz”.
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