Mónica Rincón: “No hay democracia que resista si al ciudadano común se le exige tanto y a las altas autoridades, tan poco”
Por Mónica Rincón
30.09.2024 / 22:51
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La lucha contra el crimen organizado va de la mano con el combate contra la corrupción, advierte la panelista de Tolerancia Cero y conductora de CNN Prime, comentando sobre la necesidad de que la ética sea también un parámetro en la política y no solo la ley.
Mascar chicle y caminar a la vez nunca fue más importante. El combate contra el crimen organizado y la delincuencia común en días en que vemos el asalto a un centro de salud, pero al mismo tiempo el combate a la corrupción tiene que ir de la mano.
Una democracia que no da seguridad, pierde adhesión. Una que no les permite llegar a fin de mes, también. Pero cambiar eso sin que seamos iguales ante la justicia y la ley, no es que no solo no tenga sentido sino que es imposible.
Necesitamos más de esos políticos que entienden que la ley no es el único parámetro sino que la ética es esencial.
En lo público y en lo privado.
Tres cosas deben pasar y a la vez: Primero cambiar las normas, como las que rigen los nombramientos de la Corte Suprema, es clave pero insuficiente. Segundo, se necesita además que la impunidad no campee como en MOP GATE, como en las platas políticas. Que en el caso audios, en el caso USS o en el caso convenios sí sea verdad eso de que caiga quien caiga. Y 3ro cambiar la cultura y la forma de actuar. Libertad sin ética es una palabra vacía.
Si nadie en el mercado gana lo que tú ganas por el mismo trabajo, es un problema. Si transforman una universidad o fundaciones en lugares de hibernación de políticos de izquierda o de derecha, es un problema.
Pero es siempre un problema. También cuando en las precampañas se crearon empresas como AyN para financiar a los que laboraban en la pre campaña de Bachelet.
No hay ley que cubra todas las posibles trampas, no hay justicia que se precie de tal si no tiene bien puesta su venda, no hay democracia que resista si al ciudadano común se le exige tanto y a las altas autoridades, tan poco.