Sinceremos el tema. La indicación de la ONG Veg que el diputado Jorge Brito presentó, en el contexto de la Ley de Pesca, no tenía un problema de redacción que se prestara para malas interpretaciones, era clara: Claramente pésima.

Hablaba sobre los “recursos hidrobiológicos sintientes en la pesca industrial… En todo momento se deberá respetar el estado físico y mental del animal, por lo que estará estrictamente prohibido generarles estrés y dolor innecesario”

Este episodio nos recuerda que todo copy paste legislativo es malo, venga del grupo que sea. Unos con intereses más nobles y otros que hasta pagaron (en el pasado y ojalá no en el futuro) coimas, pero replicar lo que otros desde fuera quieren, sin análisis, no es aceptable.

El trabajo parlamentario no es copiar y pegar, sino, rima, pero no es lo mismo: Reflexionar y cambiar. Renunciar al juicio crítico abre la puerta a errores garrafales o a corrupción.

La agendas de grupos de influencia solo deben instalarse cuando coinciden con los intereses de la sociedad, como por ejemplo, proteger a las personas con discapacidad.

Esta vez pececillo sintiente se comió al tiburón del copy paste de las 211 indicaciones de Sonapesca. También al debate sobre el maltrato a seres vivos. Todo reducido al meme.

¿Nadie sabe para quién trabaja? Perdón si, por acción, falta de rigor o por conveniencia, no trabajan para los ciudadanos, ya saben para quién lo hacen.