Nadia Magnenat Thalmann y el androide Nadine: “Puede hablar, discutir. Es mucho mejor que hablar con las paredes”
Por CNN Chile
18.06.2022 / 20:02
{"multiple":false,"video":{"key":"czxDpi7Pwap","duration":"00:08:35","type":"video","download":""}}
En conversación con Divergentes de CNN Chile, la pionera en la investigación de humanos virtuales, ahondó sobre el desarrollo del androide Nadie, manifestando que “a la larga no deberíamos necesariamente distinguir si es un robot social, una persona u otro. Cada uno juega un rol, podría ser un robot o una persona real, una inteligencia artificial”.
Un robot cuidando una bebé, un adulto mayor. Extraño, ¿no?. Pero la humanidad está envejeciendo a pasos agigantados y cada vez más mujeres están en el mercado laboral. La crisis de los cuidados, es una crisis del presente y lo será, en mayor cantidad, en el futuro. ¿Podrán los robots darnos una mano y ayudarnos?
La pionera en la investigación de humanos virtuales durante los últimos 30 años, Nadia Magnenat Thalmann, se dedica a la robótica desde 2008, año que comenzó a trabajar con imitar las emociones o las sonrisas con robot.
Allí nació Nadine, un robot social que reacciona adecuadamente según la situación.
Lee también: Gitanjali Rao: “Amo ver la ciencia y la tecnología como un catalizador para cambios sociales”
“Ella tiene mi apariencia, una apariencia más joven, y desde ahí puedo decidir cuál va a ser el espacio que le daré, cuáles son los marcos en los que ella va a estar y cómo se va a comportar”, manifestó la fundadora y directora de MIRALab en la Universidad de Ginebra.
Los robots sociales son capaces de tomar diferentes roles y ser diferentes seres, todo esto dependiendo de cómo se ha desarrollado su software.
Lee también: Juan Pablo Pavissich y los microorganismos capaces de limpiar el agua: “Son invisibles, pero tienen un impacto importante”
Para la experta, que este robot sea social significa que es un androide capaz de interactuar constantemente con las personas llegando a entender las emociones.
Sin embargo, Nadie aún no puede comprender todo esto, pero la investigación de Magnenat Thalmann va en ese camino.
“La tecnología puede ayudarnos a progresar, a aprender más (…) Nadine me puede hablar, simular lenguajes extranjeros, discutir… sigue siendo mucho mejor que hablar con las paredes. Así que es como un acompañante”, agregó.