En un programa dedicado al análisis de El Salvador y el polémico estilo del mandatario Nayib Bukele, CNN Chile conversó con la consultora Nayda Acevedo, quien desentramó la historia política del autodenominado "emperador de El Salvador", como un líder que, más allá de su etiqueta "sin ideología", responde, entre otras cosas, a políticas públicas con un sello de liberalismo económico.
Conexión Global Prime, de CNN Chile, dedicó un nuevo capítulo a analizar el fenómeno del presidente salvadoreño Nayib Bukele y aquellos gestos, sutiles o no tan sutiles, que han puesto en jaque la democracia del país caribeño, como por ejemplo, el hecho de que ya ha destituido a un tercio de los magistrados de la Suprema.
En conversación con la consultora en políticas públicas e integrante de la Red de Politólogas, Nayda Acevedo, ella describió el liderazgo de Bukele destacando que “de alguna forma se ha ido adoptando, en la serie de decisiones que ha ido tomando desde que estaba en la municipalidad de la capital, San Salvador, una serie de acciones que le darían el perfil de un líder con características autoritarias; Este tipo de liderazgos que concentran mucho: Información, poder y ejercicio del mismo”.
Asimismo, agregó que “ahora, en la presidencia, refuerza esta teoría en función de toda la construcción de la personalidad autoritaria que representa alrededor de sus propias decisiones”. Con respecto a su historia, Acevedo precisó que el mandatario “viene de de una familia muy cercana al partido político Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) [izquierda]”.
“Si bien es cierto que no era una familia militante plena, tenía sí determinada cercanía a liderazgos de este partido”, añadió la analista e indicó que “él es de generaciones posteriores al conflicto armado y le caracteriza todo lo que también representa dentro de su generación, no solo en el estilo de liderazgo, sino también en la misma lógica de funcionamiento: Uso de redes sociales, una lógica de comunicación y la búsqueda permanente de popularidad, entre otras que podemos ubicar en esa lectura generacional”.
Lee también: Mónica Rincón sobre situación en El Salvador: “Lenta e imperceptible, la erosión de la democracia avanza”
De hecho, continuó, Bukele “fue alcalde de San Salvador bajo la bandera del FMLN, sin embargo hubo una ruptura, la cual le hace participar luego bajo la bandera de un partido de derecha”. En ese sentido, señaló Acevedo, “en comunicación política ha abarcado un espectro bastante amplio: Se define como alguien sin ideología, aunque si vamos haciendo la suma de las diferentes políticas públicas que se han ido adoptando, hay una lógica de funcionamiento muy vinculada al liberalismo económico“.
Con respecto a la postura valórica de Nayib Bukele, en las que ha abandonado totalmente ideas como el aborto y el matrimonio igualitario para dar un vuelco religioso, la consultora en políticas públicas precisó que “hay que considerar que dentro de la construcción de los populistas existe una construcción del discurso basado en el sentir y el pensar de la población, en este caso en particular, de lo que culturalmente representa el pueblo salvadoreño, que está muy transversalisado desde la lógica del pensamiento conservador”.
“Si bien es cierto que se han dado avances en los derechos de las mujeres y protección a las niñas y niños como sujetos de derecho, entre otras cosas, existe todavía en el ideario de la población salvadoreña dos elementos muy potentes: Uno de ellos tienen que ver con la cultura política autoritaria y el otro tiene que ver, precisamente, con una arista de mucho conservadurismo”, esclareció Acevedo y destacó que “el peso de la iglesia dentro de El Salvador es muy fuerte aún”.
“Sí hay una ruptura de actores tradicionales dentro del sistema político, pero no representa una lógica de transformación sistémica como tal: El Salvador sigue siendo un país conservador y donde hay mucha tolerancia al funcionamiento desde la perspectiva autoritaria y es ahí donde deben de centrarse los estudios, en función de saber hacia dónde debe caminar El Salvador, en función de la lectura de su pasado y apuntando hacia el futuro con las lecciones aprendidas“.
Lee también: Miles de salvadoreños marcharon contra las políticas impuestas por el gobierno de Nayib Bukele
“Lo interesante de El Salvador es que no necesariamente era un bipartidismo en los últimos 30 años, después de la firma del acuerdo de paz, en cambio, hablamos de un pluripartidismo polarizado; Son estos polos los que nos generan toda esta ruptura y necesidad de alianzas”, señaló Acevedo.
“Ahora, al hacer oposición con un descontento potente de la población salvadoreña, hay una reducción muy fuerte no solo del electorado, sino del ejercicio de representación política dentro de la institucionalidad pública por lo que la oposición es prácticamente el posicionamiento de algunas voces en medios de comunicación e instituciones públicas que no logran detener un ejercicio hegemónico que ahora está siendo dominado por el oficialismo”, puntualizó la analista.