El periodista profundizó en Última Mirada sobre su última investigación basada en el sacerdote salesiano Rimsky Rojas y la desaparición de Ricardo Harex.
El periodista y escritor Óscar Contardo acaba de publicar su nuevo libro, “Rebaño”, el último de una trilogía sobre distintas dimensiones del poder que tiene como antecesores a “Siútico” y “Raro, una historia gay de Chile”.
La nueva investigación tiene como eje los abusos sexuales cometidos en la Iglesia Católica, pero se enfoca en un caso menos conocido: el del fallecido sacerdote salesiano Rimsky Rojas, cuyo historial de delitos se desarrolló entre las ciudades de Valdivia y Punta Arenas.
El caso de Rojas es particularmente sobrecogedor, ya que ha sido vinculado con la desaparición en 2001 de un ex alumno del Liceo San José de Punta Arenas, donde se desempeñó como director. El joven -Ricardo Harex- nunca apareció y, finalmente, Rojas se suicidó en febrero de 2011, fecha en la que se rumoreaba que había aparecido la osamenta del estudiante.
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En Última Mirada, Contardo señaló que “muchas personas aún tienen temor”, pero que también “hay mucha gente que se está cuestionando desde dentro qué está pasando”.
A su juicio “la falla no es sencillamente el celibato, como mucha gente lo quiere creer. No es reemplazar esto por esto otro, es una política interna mucho más amplia que tiene que ver con la sexualidad”.
Para el periodista el problema es más profundo y está arraigado, así como comentaba el Papa Francisco a los obispos chilenos en su carta a la conferencia episcopal, en la cultura de la Iglesia Católica, y guarda relación, también, con la profunda asimetría en la relación de los sacerdotes con los feligreses.
Para los religiosos “lo que importa no es el sufrimiento del individuo, lo que importa es mantener el prestigio de la institución, todo está hecho para eso”.
Finalmente, el periodista señaló que queda con “la esperanza de que algún grado de justicia se puede lograr con eso y que a nadie le vuelva a suceder”.
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Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
