1994, campeones como ayer: Se cumplen tres décadas de la histórica hazaña de la U de Chile tras 25 años sin títulos
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.
"En esta demanda, La Haya no podrá determinar un territorio. ¿Por qué? Porque eso no está planteado en la demanda", explicó el conductor de Cada Noche.
El próximo lunes 1 de octubre la Corte Internacional de Justicia en La Haya dará el falló sobre la demanda marítima de Bolivia contra Chile por una salida soberana al Océano Pacífico.
Es por eso que en Cada Noche te explicamos qué es lo que sí está en juego y qué es lo que no es tema de discusión en esta sentencia.
Primero, está en juego la aspiración de Bolivia de obtener una salida al mar a través del territorio chileno. Se trata de una pretensión histórica del estado boliviano, como consecuencia de la Guerra del Pacífico y los tratados firmados con posterioridad, en donde se refrendó la condición mediterránea de Bolivia.
En su deseo por recuperar el mar, el estado boliviano ha buscado conversaciones con el estado chileno. En estas tratativas, el estado chileno ha ofrecido a Bolivia soluciones creativas para resolver la salida al mar, tanto de forma comercial (es decir, que Bolivia tenga soberanía marítima para ejercer derecho de propiedad sobre los intercambios portuarios) o más allá de lo comercial (es decir, una salida para fines como el turístico o como polo de desarrollo nacional).
Estas tratativas han sido recopiladas por el estado boliviano, señalando que ha habido “derechos expectaticios” promovidos por el estado de Chile para compensar a Bolivia. Es decir, que si el estado de Chile ha ofrecido concesiones a Bolivia es porque el estado chileno sabe que debe compensar a Bolivia.
Pero como nunca se ha dicho qué ni cómo se va a compensar, Bolivia recurre a La Haya para que sea dicho órgano el que fije los términos para una negociación.
Te puede interesar: ¿Qué arriesgan Chile y Bolivia? Estos son los posibles escenarios de cara al fallo en La Haya
No está en juego el mapa de Chile. La demanda presentada por Bolivia contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia no busca una restitución de fronteras. Es decir, el Tribunal de La Haya no dibujará a través de este fallo un mapa nuevo de Chile.
En esta demanda, La Haya no podrá determinar un territorio. ¿Por qué? Porque eso no está planteado en la demanda. Bolivia no le pidió a La Haya que Chile le diera un territorio determinado, sino que Bolivia le pide a Chile negociar una salida al mar de alguna forma negociada.
Como ya lo señala la Corte Internacional de Justicia en la excepción preliminar del año 2015, en su punto 32, “si bien puede asumirse que el acceso soberano al Océano Pacífico es, al final, el objetivo de Bolivia, debe hacerse una distinción entre ese objetivo y lo que es la disputa misma, relacionada pero separada de ese objetivo”.
Se tiende a pensar que la Corte Internacional establecerá en este caso demarcaciones fronterizas. Esta aprensión surge como consecuencia de otros fallos. Por ejemplo, la disputa territorial de las islas y de la delimitación marítima en la costa compartida por Colombia y Nicaragua (resultado por el cual Colombia decidió salirse del Pacto de Bogotá en 2012).
Otro ejemplo, la demanda de Perú contra Chile por la delimitación de las millas marítimas del Océano Pacífico, la cual concedió 80 millas lineales al mar chileno y el resto se determinaba en bisectriz con respecto al ángulo de la frontera de ambos países, porción de mar favorable a Perú hasta las 200 millas.
Pero La Haya no verá fronteras.
Las fronteras solo serán determinadas nuevamente bajo estas dos condiciones. Primero, que el Tribunal sentencie que existe la obligación de Chile a negociar (es importante decir esto porque el Tribunal puede decir que no existe esa obligación). Segundo, de existir dicha obligación, que Bolivia y Chile acuerden alguna forma de canje de territorio con salida al mar.
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.