Este viernes 31 de enero se concreta la salida definitiva de Gran Bretaña de la Unión Europea, con lo que la promesa de Boris Johnson se termina por cumplir. Sin embargo, serán meses de incertidumbre en el mercado local, así como también a nivel mundial.
Finalmente llegó el día. Este viernes Gran Bretaña deja la Unión Europea, luego que un 51,9% de los británicos votara a favor de la medida en el referéndum de junio de 2016.
Y luego de más de tres años, el primer ministro Boris Johnson logró sacar adelante la decisión de la mayoría del pueblo británico.
En su última jornada en el Parlamento Europeo, los 27 miembros británicos tuvieron una emotiva despedida entre cantos y vítores de representantes de otros países.
“A mi juicio, acá pierden las dos partes”, dijo el analista internacional Raúl Sohr. Esto, pues para Gran Bretaña comienza recién el divorcio del resto de Europa. Según lo definido tienen hasta finales de julio para concretar todos los detalles para ello.
Uno de esos puntos por definir son los derechos de pesca. Otro es el funcionamiento de las aduanas.
Sin embargo, para Gran Bretaña se abre un mercado en Asia. Cerca de 100 mil ciudadanos chinos se encuentran estudiando en Inglaterra, dando cuenta de la importancia de los negocios de tipo servicio en Gran Bretaña.
“Gran Bretaña siempre va a mantener una posición fuerte, de hecho es la segunda economía de Europa. Y no debemos olvidar que en el mundo todavía gravita el tema militar, y las fuerzas armadas británicas son poderosas“, dijo el periodista.
Farmacéutica, biotecnología y comunicaciones son algunos de los sectores en los que los británicos han logrado posicionarse como principales exportadores en el mercado mundial.
“Para Europa perder a Gran Bretaña es perder una pata de la mesa”, concluyó Sohr.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
