En una nueva edición de Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr abordó el viaje que Xi Jinping, presidente de China, este lunes a Moscú para reunirse con Vladímir Putin, su par ruso, por primera vez desde el inicio de la guerra contra Ucrania.
“Rusia ha estado sufriendo una serie de boicots, restricciones a su comercio; de manera que la llegada de Xi Jinping a Moscú es un gran alivio en esta imagen de aislamiento en que se quiere mostrar a Rusia expulsada del mundo comercial y financiero. Un país completamente aislado. Bueno, si tienen a China como un aliado sólido, como parece ser el caso ahora, tienen todavía bastante oxígeno”. En esa línea, agregó que “China no es tan fácil de asustar y Occidente necesita mucho a China (…). Los chinos no dan un paso sin haber tanteado el terreno con mucha anticipación”.