"Una cosa es estar contra Maduro y otra cosa es estar dispuesta a seguir a una oposición que no le da garantías a mucha gente, y específicamente Voluntad Popular es el sector más extremo de derecha dentro de la esfera política venezolana", comentó el analista internacional en Última Mirada.
Aunque el intento de golpe de Estado en Venezuela ya parece haberse desinflado, las miradas del mundo siguen sobre ese país. Se trata de un conflicto en el que los actores tienen “intereses coincidentes, pero no idénticos”, explica Raúl Sohr en Última Mirada.
“La duda sigue siendo qué pasó con Estados Unidos, es decir, EE.UU. tenía un plan bastante bien urdido y así lo han dado a entender, que habían avanzado mucho en conversaciones al más alto nivel con el régimen en Caracas, y mi pregunta es, ¿es cierto o no? Porque tampoco tenemos ninguna evidencia de que ello ocurrió”, comenta el analista internacional.
A la vez, las diferencias en la Casa Blanca se han hecho evidentes respecto al conflicto en Venezuela, con el Pentágono descartando una intervención militar.
Sohr señala que “la situación en Venezuela es tremendamente compleja desde el punto de vista militar. Hay una fuerza armada que, en lo fundamental, es leal al gobierno, pero además hay una gran masa de población armada y esto podría abrir un conflicto de décadas muy prolongado en Venezuela“.
El experto también afirma que no hay que perder de vista que “Maduro tiene una cuota de respaldo civil y uno lo ha visto en las manifestaciones”.
Si bien la oposición tiene una amplia convocatoria, “una cosa es estar contra Maduro y otra cosa es estar dispuesta a seguir a una oposición que no le da garantías a mucha gente, y específicamente Voluntad Popular, a la que pertenece Guaidó y López, es el sector más extremo de derecha dentro de la esfera política venezolana“.
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“La gente sabe lo que viene. Si hay una restauración y Guaidó llega al gobierno, no solamente va a restaurar la democracia, va a restaurar una economía de mercado donde van a tener que hacer cortes enormes, donde va a haber desempleo. Yo creo que no va a ser muy distinto a lo que vivió Chile tras el golpe de Estado“, explica.
Pero además de la economía y la política, en este conflicto entra en juego otro factor: el problema de las identidades. “Cuando te has identificado con un bando y has estado durante las últimas dos décadas apoyando un bando, ya es parte de tu identidad, al igual que los que están en contra”, señala Sohr.
“Uno ve los venezolanos que están en Chile y la gran mayoría desprecia al régimen de Maduro, y es totalmente comprensible. Lo tuvieron que abandonar todo, ha sido un dolor inmenso por el que han tenido que pasar y no se van a reconciliar nunca con Maduro“, afirma.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
