Subdirector médico del Hospital Herminda Martín: “Para 550 mil habitantes nos están quedando 5 camas UCI”

Por CNN Chile

08.04.2021 / 17:43

En conversación con CNN Chile, Antonio Salinas dio cuenta de la compleja situación en la zona. "No tenemos más del 5% de camas criticas disponibles en la región", dijo. Además, habló acerca de los factores que podrían generar susceptibilidad al virus en el lugar, como la falta de agua potable en algunos sectores.


La segunda ola de la pandemia de COVID-19 ha causado incertidumbre en gran parte de la red nacional de salud y, aunque no se ha enfrentado el dilema de la “última cama”, hay zonas del país en que la disponibilidad se acota cada vez más.

Así lo confirmo, en conversación con CNN Chile, Antonio Salinas, subdirector médico del Hospital Clínico Herminda Martín de Chillan, en la región del Ñuble.

“La situación ha estado estresante durante el último periodo. Van dos meses en donde no tenemos más del 5% de nuestras camas críticas disponibles (en la región)”, advirtió.

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Salinas puntualizó que ese porcentaje corresponde actualmente a una muy limitada cantidad para la red del Ñuble: “En este minuto nos quedan 3 camas UCI en este hospital y 2 camas en otro cercano. Por lo tanto, para 550 mil habitantes nos están quedando 5 camas UCI“.

El subdirector sostiene que, desde hace un tiempo, ese ha sido el marco que encuadra el actual contexto de la evolución de la curva de contagios y expresó que “(la situación crítica) ha sido de forma permanente en el último periodo” y que tanto la red de salud como el hospital “están muy tensionados

El profesional, a su vez, recordó que la nueva región del Ñuble es parte del grupo de zonas que encabezan el ranking de pobreza y que, además, ahí se sitúa el grupo etario mayor más alto del país. Además de eso, se suman los problemas con el agua potable que han afectado también al lugar, condiciones que “hacen muy susceptibles al COVID“, recalca.

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“Cuando uno hace un llamado de ‘por favor lávese las manos’, nosotros tenemos que comenzar a pensar en aquellas personas que no tiene agua potable en su casa. Lo que quiero decirle es que la pobreza enferma y la enfermedad hace a la gente más pobre“, cerró.

Para finalizar y en relación al rango etario que hoy hace uso de las camas críticas, dio cuenta de una disminución en la edad que podría darse debido a la cantidad de inoculados mayores con ambas dosis de la vacuna. “Nosotros teníamos un promedio de 68 años. Ahora es 54. En un par de meses, la edad promedio bajó en 12 años“, concluyó.