En entrevista con Minería 360, el ingeniero sostuvo que “hay desafíos importantes que uno tiene que trabajar en colaboración con el mundo privado”.
A inicios de año, Patricio Aguilera asumió como nuevo director del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin). “Para mí es un desafío muy relevante aportar en este momento”, señaló a Minería 360.
“Es un servicio que tiene un capital humano-técnico muy bueno, es de larga trayectoria. También tiene profesionales de mucha experiencia, tanto en el ámbito de la minería como la geología”, agregó.
Aguilera sostuvo que la institución tiene dos almas: “una geológica y otra minera, que se unieron en los ‘80. Esto da pie a un servicio que en lo fundamental entrega información a la sociedad, las empresas o al Estado”.
En esta línea, explicó que dicha información es valiosa para las inversiones, la sociedad y para “saber los peligros que hay en el medioambiente”. “Por otro lado, está la implementación de proyectos mineros seguros”.
Por otra parte, señaló que los principales “nudos” tienen que ver con “los tiempos”. “Estamos en una sociedad donde la tecnología va muy rápido, se requiere mayor inversión, pero también se requiere más certeza y, no solo la normativa, y los organismos públicos están diseñados para adaptarse rápido a esto”.
“Hay un desafío de apoyar a que el servicio se fortalezca, se modernice y se ponga a la altura de los desafíos de la sociedad hoy día que son distintos a los que había hace cinco o diez años atrás”, añadió el ingeniero.
Los desafíos
Respecto a lo que espera empujar en el Sernageomin, afirmó que “lo que hay que ver es no solo aplicar la normativa, que es nuestro rol, sino que ver otras estrategias con las compañías, con la Sonami, con el consejo minero. Colaborar en otros tipos de acciones que no necesariamente pasan por la regulación”.
“Hay desafíos importantes que uno tiene que trabajar en colaboración con el mundo privado (…). Nosotros como servicio tenemos que modernizarnos y escuchar”, dijo, y agregó que “cuando evaluamos proyectos tenemos que evaluarlos no solo desde el punto de vista de seguridad, sino que en tiempo y en calidad, entonces no nos podemos demorar mucho tiempo”.
Finalmente, en cuanto a los relaves, manifestó que existe una normativa que está hecha pensando en que “es un elemento final de un proceso. Lo que hay que trabajar junto con la industria y las autoridades políticas es ver cómo ese relave se convierte en un activo, (idear) una estrategia que valorice ese pasivo”.