Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC en inglés) aún no logran precisar la causa del virus, aunque han identificado el adenovirus como elemento común. Por ahora, han descartado que el COVID-19 sea una de las causas directas.
(EFE) – Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC en inglés) informaron este viernes de que investigan 109 casos y cinco muertes por hepatitis infantil grave en el país para determinar si la causa principal podría ser una infección por adenovirus.
Según detalló EFE, los casos han sido detectados en los últimos siete meses en 25 estados y territorios del país; más del 90% de los pacientes tuvo que ser hospitalizado y el 1 % necesitó de un trasplante de hígado.
La mayoría de los enfermos, todos ellos menores de edad, se han recuperado y han sido dados de alta en el hospital. El subdirector de los CDC para Enfermedades Infecciosas, Jay Butler, dijo en una presentación con periodistas que “no está clara la causa de este tipo de hepatitis en niños“.
En más del 50% de los enfermos de hepatitis infantil grave se encontró una infección por adenovirus, pero todavía no está claro que sea el instigador de la enfermedad. Los adenovirus son virus comunes que normalmente provocan síntomas de resfriado o gripe. Butler remarcó que los científicos todavía desconocen el papel que hayan podido desempeñar a la hora de desencadenar la enfermedad otros factores como los medioambientales, el consumo de medicamentos u otras posibles infecciones que los niños hayan podido tener.
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Lo que sí que han descartado es que la vacuna contra el COVID-19 esté detrás de esta clase de hepatitis, ya que la media de edad de los pacientes fue de dos años, con lo que la mayoría no ha sido inmunizado frente al coronavirus.
Aun así, los CDC investigan si la hepatitis infantil grave tiene alguna relación con el virus SARS-Cov-2, aunque los nueve casos de Alabama, primeros detectados en EE.UU., no habían sufrido ningún contagio previo de coronavirus.
“Es importante mencionar que esta es una situación en evolución y que estamos lanzando una red que ayude a ampliar nuestra comprensión”, subrayó Butler. Pese a estos datos, el responsable de los CDC quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a los padres y recordó que “la hepatitis grave en niños es rara“.
“Los padres deberían adoptar precauciones estándar para prevenir infecciones virales, como lavarse las manos, cubrirse cuando se tosa o estornude, no tocarse los ojos, la nariz o la boca y evitar a personas que estén enfermas”, enumeró, explicando también que los síntomas de la hepatitis incluyen vómitos, orina oscura, heces de color claro y piel amarillenta. A finales de abril, los CDC emitieron una alerta nacional sobre un foco de hepatitis infantil grave en Alabama, con nueve casos.
Actualmente investigan casos en otros 24 Estados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay más de 200 casos notificados de hepatitis pediátrica aguda de origen desconocido en varios países.