El estreno de la película "Oppenheimer", bajo la dirección de Christopher Nolan, ha vuelto a poner en el centro del debate el espinoso tema del armamento nuclear. La cinta abordó los eventos cruciales de la historia en los que las devastadoras bombas atómicas se cernieron sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente, dejando un rastro de destrucción sin precedentes.
(CNN en Español/ CNN Chile) – El estreno de la película Oppenheimer, bajo la dirección de Christopher Nolan, ha vuelto a poner en el centro del debate el espinoso tema del armamento nuclear.
La cinta abordó los eventos cruciales de la historia en los que las devastadoras bombas atómicas se cernieron sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente, dejando un rastro de destrucción sin precedentes.
Los efectos catastróficos de aquellos fatídicos días siguen resonando en la memoria colectiva, con cifras impactantes de pérdidas humanas y ciudades arrasadas.
En Hiroshima, entre 90 mil y 166 mil personas, incluidos 20 mil soldados, perdieron la vida a causa de la explosión, mientras que en Nagasaki, la cifra se mantuvo entre 39 mil y 80 mil vidas segadas por la fuerza despiadada del armamento nuclear.
Hiroshima tras el lanzamiento de la bomba atómica “Little Boy”. (Crédito: Hulton Archive/Getty Images)
El rol de Oppenheimer
Dos nombres han quedado asociados al “Proyecto Manhattan”: el del brigadier general Leslie R. Groves, responsable militar del esfuerzo, y el de Julius Robert Oppenheimer, el físico que dirigió a partir de 1943 el laboratorio construido en Los Alamos, Nuevo México, para concentrar los trabajos de investigación de cientos de personas en un ambiente discreto y controlado.
El trabajo encarado en Los Alamos tenía como objetivo producir la primera bomba atómica, y pudo encararse gracias a la construcción del primer reactor nuclear del mundo.
“Me he convertido en la muerte, el destructor de mundos“. Estas palabras llegaron a la mente de Oppenheimer, el director del proyecto, tras el estallido de la primera bomba atómica de la historia en 1945, de acuerdo con la biografía de Abraham Pais.
J. Robert Oppenheimer en su visita a Chile en 1962
¿Cómo funciona una bomba atómica?
Trabajando a contrarreloj, y mientras en Europa y el Pacífico tenían lugar las batallas más duras modelos de la Segunda Guerra Mundial, el equipo dirigido por Oppenheimer se puso a la cabeza y avanzó en dos armas de fuego capaces de desencadenar una explosión nuclear.
En ambos casos, lo que se buscaba era producir gran cantidad de fisiones nucleares, es decir, de particiones de átomos de uranio o plutonio, en este caso, que desencadenaran una reacción en cadena en el menor tiempo posible.
La bomba atómica de diseño tipo cañón, apodada “Little Boy”, que fue lanzada el 9 de agosto de 1945 sobre Hiroshima, Japón, (Crédito: LOS ALAMOS SCIENTIFIC LABORATORY/AFP via Getty Images)
Primeros usos de la bomba atómica: Trinity, Hiroshima y Nagasaki
Alemania se rindió el 9 de mayo de 1945, y de repente ya no había carrera de armas. Pero Japón siguió peleando por varios meses más, y el Departamento de Guerra de Estados Unidos giró su atención hacia el archipiélago asiático.
En este contexto, Oppenheimer organizó el primer ensayo nuclear de la historia el 16 de julio de 1945, bautizado como “Trinity”.
La bomba atómica de diseño por implosión fue detonada en la base de Alamogordo, a 193 kilómetros de Albuquerque, y marcó el éxito definitivo del “Proyecto Manhattan”.
Oppenheimer, Groves y una comitiva de militares y científicos observaron desde un búnker ese instante en el que el sol pareció brotar desde la tierra.
Imagen etiquetada “0.053 Sec” de la primera prueba nuclear, llamada “Trinity”, llevada a cabo en Alamogordo, Nuevo México, en 1945. (Crédito: Fotosearch/Getty Images).
El 6 de agosto de 1945, Hiroshima, ubicada a unos 600 kilómetros al sur de Tokio, fue arrasada por una bomba de diseño tipo cañón lanzada por un bombardero B-29: se estima que unas 70 mil personas fallecieron en el acto por la explosión de calor y radiación.
Y tres días después, el 9 de agosto, otro artefacto de tipo implosión, como el usado en “Trinity”, fue lanzado sobre Nagasaki, matando instantáneamente a 40 mil personas.
Japón se rindió finalmente el 2 de septiembre y una nueva era dominada por las armas nucleares y la amenaza de destrucción masiva comenzó para el mundo.