Previo al 8 de marzo, 20 activistas llegaron hasta el famoso Paseo de la Fama de Hollywood con sus pañoletas verdes, con el fin de visibilizar la demanda del aborto libre en Estados Unidos.
Activistas del movimiento “marea verde”, que ha avanzado en la ampliación de los derechos al aborto en Latinoamérica, conmemoran esta semana en Los Ángeles el Día Internacional de La Mujer con el propósito de “compartir las lecciones aprendidas” sobre sus décadas de lucha y apoyar la causa en EE.UU.
“Hemos tenido logros muy significativos que han cambiado los términos de la conversación en la región. Hay mucho que aprender de ese proceso”, dijo este martes en una entrevista con EFE Catalina Martínez Coral, directora regional del Centro de Derechos Reproductivos para América Latina y el Caribe (CRR).
Latinoamérica tuvo por décadas las leyes más restrictivas sobre el aborto pero el movimiento conocido como “marea verde” ha ayudado a aumentar el acceso y la despenalización del aborto en varios países de la región, mayoritariamente católicos.
Sus protestas y manifestaciones con pañuelos verdes han llegado de norte a sur de la región, donde han logrado penetrar con su mensaje, que ahora han traído a las calles de Los Ángeles.
Este martes, cerca de 20 activistas acudieron al famoso Paseo de la Fama de Hollywood con una acción en la que llevaron pañuelos verdes para defender los derechos reproductivos de la mujer y dar a conocer su movimiento.
“Hay ciertas lecciones que podemos compartir con nuestras hermanas del norte sobre las victorias que hemos logrado en Latinoamérica, en donde seguimos avanzando inclusive en los contextos más restrictivos”, destacó.
Martínez es una de las demandantes que logró el histórico fallo que despenalizó el aborto en Colombia hasta las 24 semanas de gestación el año pasado.
Su mayor objetivo es compartir las experiencias de “trabajar conjuntamente en un colectivo que se moviliza, que hace pedagogía” y que pelea contra los estigmas en la formación de la opinión pública” sobre el aborto
También quieren resaltar la lucha que han desarrollado en las cortes internacionales, donde se han alzado con varias victorias legales.
Martínez, y activistas de Argentina, México, Brasil, entre otros países, se hicieron presente esta semana en Los Ángeles para asistir al 186° Período de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que se celebra en la ciudad y desarrolla varias discusiones sobre los derechos reproductivos de la mujer.
Este miércoles, la CIDH tendrá una audiencia sobre los derechos reproductivos en Brasil en el foro, a donde Martínez llevará su mensaje.
“La utilización de diferentes estrategias en el marco de los derechos humanos ha sido vital en nuestro movimiento”, manifiesta.
Para Martínez es “muy simbólico” compartir la conmemoración del Día Internacional de la Mujer en Estados Unidos, tras la revocatoria de la Corte Suprema en junio pasado del fallo “Roe contra Wade”, que dejó en manos de cada Estado la decisión de autorizar o no la protección voluntaria del embarazo.
“Es momento de echar mano de todos los recursos”, subraya, mientras aplaude al movimiento en California, estado que ha liderado la defensa del aborto, tras la decisión del Supremo.
Para Martínez es importante destacar que la lucha en Latinoamérica no ha sido fácil. Tras décadas de protestas, en los últimos años se ha logrado que en países como Chile, Colombia, Ecuador, México y Uruguay se aprueben más derechos de aborto.
Sin embargo, en países como El Salvador, Honduras, Haití o República Dominicana la lucha apenas avanza porque tienen algunas de las leyes de aborto más estrictas del mundo.
Según datos de CRR, más de 13,5 millones de mujeres en edad reproductiva viven en países en los que el aborto está totalmente prohibido y 120 millones de mujeres enfrentan barreras para el acceso a este servicio en Latinoamérica y EE.UU.
Por eso, Martínez destaca que la “marea verde” también ha volteado a ver hacia Estados Unidos, donde también quieren establecer una conversación con las mujeres que enfrentan los mayores obstáculos y son las más afectadas por la decisión sobre el caso “Roe contra Wade”.
“Queremos trabajar directamente con estas mujeres, con las que tienen los mayores obstáculos, con las minorías, las inmigrantes, las indocumentadas”, insistió la activista.