Sohail Ahmadi tenía solo dos meses cuando desapareció el 19 de agosto. Tras una larga espera, se logró localizar al bebé en Kabul, donde un taxista de 29 años lo encontró en el aeropuerto y se lo llevó a casa para criarlo como propio.
(Reuters) — Un bebé entregado desesperadamente a un soldado al otro lado del muro de un aeropuerto en el caos de la evacuación estadounidense de Afganistán fue encontrado y se reunió con sus familiares en Kabul este sábado.
El bebé, Sohail Ahmadi, tenía solo dos meses cuando desapareció el 19 de agosto, cuando miles de personas se apresuraron a abandonar Afganistán al caer en manos de los talibanes.
Tras un reportaje de Reuters publicado en noviembre, se logró localizar al bebé en Kabul, donde un taxista de 29 años llamado Hamid Safi lo encontró en el aeropuerto y se lo llevó a casa para criarlo como propio.
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Luego de más de siete semanas de negociaciones y súplicas, y una breve detención por parte de la policía talibán, Safi devolvió finalmente el bebé a su abuelo y a otros familiares que seguían en Kabul.
Dijeron que ahora intentarían reunirlo con sus padres y hermanos, quienes fueron evacuados hace meses a Estados Unidos.
Durante la tumultuosa evacuación afgana, Mirza Ali Ahmadi —el padre del bebé, que había trabajado como guardia de seguridad en la embajada de EE. UU.— y su esposa Suraya temían que la multitud aplastara a su hijo cuando se acercaban a las puertas del aeropuerto para tomar un vuelo a Norteamérica.
A principios de noviembre, Ahmadi declaró a Reuters que, en su desesperación, entregó a Sohail por encima del muro a un soldado uniformado que creía que era estadounidense, con la plena esperanza de que pronto lograría recorrer los cinco metros restantes hasta la entrada para reclamarlo.
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Justo en ese momento, las fuerzas talibanes hicieron retroceder a la multitud y pasaría otra media hora hasta que Ahmadi, su esposa y sus otros cuatro hijos pudieran entrar. Sin embargo, para ese entonces, el bebé no estaba en ninguna parte.
Ahmadi señaló que buscó desesperadamente a su hijo dentro del aeropuerto y que los funcionarios le dijeron que probablemente lo habían sacado del país por separado y que podrían reunirlo con ellos más tarde.
El resto de la familia fue evacuada, y finalmente terminó en una base militar de Texas, pero durante meses no supieron dónde estaba su hijo. El caso pone de manifiesto la situación de muchos padres separados de sus hijos durante la evacuación y retirada de las fuerzas estadounidenses del país.
Sin embajada estadounidense en Afganistán y con las organizaciones internacionales desbordadas, los refugiados afganos han tenido problemas para obtener respuestas sobre la posibilidad de reunificaciones complejas como esta.
Solo en el aeropuerto de Afganistán
El mismo día en que Ahmadi y su familia fueron separados de su bebé, Safi se escabulló por las puertas del aeropuerto de Kabul tras llevar a la familia de su hermano, que también iba a ser evacuada.
Safi dijo que encontró a Sohail solo y llorando en el suelo. Después de decir que intentó sin éxito localizar a los padres del bebé en el interior, decidió llevar al niño a casa con su mujer y sus hijos. Safi tiene tres hijas y dijo que el mayor deseo de su madre antes de morir era que tuviera un hijo.
En ese momento decidió: “Me quedo con este bebé. Si se encuentra a su familia, se lo daré. Si no, lo criaré yo mismo“, dijo a Reuters en una entrevista a finales de noviembre.
Safi contó a Reuters que lo llevó al médico para que lo revisara tras ser encontrado y que rápidamente incorporó al niño a su familia. Llamó al bebé Mohammad Abed y publicó fotos de todos los niños juntos en su página de Facebook.
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Después de que se publicara la historia sobre el niño desaparecido, algunos vecinos de Safi -que habían notado su regreso del aeropuerto meses antes con un bebé- reconocieron las fotos y publicaron comentarios sobre su paradero en una versión traducida del artículo.
Ahmadi pidió a sus parientes que seguían en Afganistán, incluido su suegro Mohammad Qasem Razawi, de 67 años, que vive en la provincia nororiental de Badakhshan, que buscaran a Safi y le pidieran que devolviera a Sohail a la familia.
Pero Safi se negó a liberar a Sohail, insistiendo en que también quería ser evacuado de Afganistán con su familia. La familia del bebé pidió ayuda a la Cruz Roja, pero dijeron que recibieron poca información de la organización.
Finalmente, tras sentir que se les habían acabado las opciones, Razawi se puso en contacto con la policía local talibán para denunciar un secuestro. Safi dijo a Reuters que negó las acusaciones a la policía y que estaba cuidando al bebé, no secuestrándolo.
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Se investigó la denuncia y se desestimó, y el comandante de la policía local dijo que ayudó a llegar a un acuerdo, que incluía un convenio firmado con huellas dactilares por ambas partes. Razawi dijo que la familia del bebé finalmente accedió a compensar a Safi con unos US$ 950 por los gastos incurridos al cuidarlo durante cinco meses.
En presencia de la policía, y entre muchas lágrimas, el bebé fue finalmente devuelto a sus familiares. Los padres del bebé contaron a Reuters que estaban muy contentos porque pudieron ver con sus propios ojos el reencuentro a través de un videochat.