Más de la mitad de anuncios fueron vistos después de la elección presidencial de 2016.
(CNN Español) – Facebook dijo que un estimado de 10 millones de personas en Estados Unidos vieron al menos uno de los 3.000 anuncios políticos que fueron comprados por cuentas vinculadas con el Gobierno ruso.
La cifra, revelada por Facebook por primera vez este lunes, enfatiza cuán efectiva podría ser la intromisión rusa en las redes sociales con una mínima inversión.
Los compradores de anuncios gastaron 100.000 dólares en dos años para alcanzar 10 millones de personas, según las cifras que ha entregado Facebook.
Más de la mitad de anuncios fueron vistos después de la elección presidencial de 2016, lo que indica que los esfuerzos de los rusos fueron más allá de la intromisión durante la campaña electoral y pueden continuar incluso hasta hoy en día.
“44% de los anuncios fue visto antes de la elección de Estados Unidos, el 8 de noviembre de 2016; el 56% fue visto después de la elección”, dijo Elliot Schrage, vicepresidente de Política y Comunicaciones de Facebook, en una publicación este lunes.
Schrage reconoció que era “posible” que hubiera más publicidad política que los rusos hayan comprado y que la red social aún tenga que identificar.
“Aún tratando de identificar situaciones de mal uso y personas sospechosas en nuestra plataforma; nuestra investigación interna continúa”, escribió Schrage. “Esperamos que al cooperar con el Congreso, con el investigador especial y nuestros socios de la industria, podamos mantener a las personas sospechosas fuera de nuestra plataforma”.
La revelación de Facebook llegó horas después de que la compañía le entregara al Congreso un registro detallado de los anuncios, incluyendo información sobre los compradores y sus esfuerzos de localización. Esos registros fueron entregados a las comisiones de Inteligencia y Judicial del Senado y la Cámara de Representantes.
En su publicación, Schrage escribió que la mayor parte de los anuncios “parece concentrarse en los mensajes sociales y políticos divisivos en todo el espectro ideológico, tocando temas que van desde asuntos LGBT hasta temas raciales, de inmigración y derechos a las armas”.
Esa descripción concuerda con lo que CNN ya había reportado sobre el objetivo aparente de los compradores rusos: amplificar la discordia social en Estados Unidos y alimentar una atmósfera de división y caos, especialmente durante la elección presidencial.
Schrage también abordó una serie de preguntas sobre cómo Facebook ha identificado los anuncios y lo que estaba haciendo para contener a extranjeros de interferir en la política estadounidense.
Pero el directivo de la red social también dejó claro que el uso de Facebook por parte de los rusos representaba solo una pequeña pieza de “un rompecabezas mucho más grande” y que el Congreso y el fiscal especial, Robert Mueller, eran los más adecuados para responder las preguntas sobre la intromisión extranjera en el futuro.
“La elección estadounidense de 2016 fue la primera vez en la que se informó que actores extranjeros buscaron explotar internet para influenciar el comportamiento del elector”, escribió Schrage. “Entendemos más sobre cómo nuestro servicio fue abusado y continuaremos las investigaciones para aprender todo lo que podamos. Sabemos que nuestra experiencia es solo una pequeña pieza de un rompecabezas mucho más grande. El Congreso y el fiscal especial tienen una mejor posición para reunir estas piezas porque tienen un poder de investigación mucho más amplio para obtener información de otras fuentes”.
La decisión de Facebook de entregarle los anuncios al Congreso significa que la presión está ahora en los legisladores para que revelen esos anuncios al público.
La red social ya entregó copias de esos anuncios e información sobre las cuentas relevantes al fiscal especial Robert Mueller, que adelanta una investigación sobre la intromisión rusa en las elecciones de 2016.
La Comisión de Inteligencia del Senado también ha llamado a representantes de Facebook, Twitter y Alphabet, de Google, para que testifiquen en una audiencia pública el 1 de noviembre.
Ninguna de las compañías ha dicho si asistirán a la audiencia.