La deuda pública nacional bruta de Argentina pasó de 57,1% en 2017 a 77,4% en el segundo trimestre del año pasado, y se espera que supere el 80% del PIB para el cierre de 2018, de acuerdo a un informe elaborado por la Cepal.
Argentina aumentó dramáticamente la deuda externa en el segundo trimestre de 2018, llegando a un 77,4% del PIB ese periodo, según el informe Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal.
Según ese reporte, la deuda pública nacional bruta de Argentina pasó de 57,1% en 2017 a 77,4% en el segundo trimestre del año pasado. Con esto, Argentina pasó a tener la deuda pública más alta de los países de América Latina, según el reporte de la Cepal.
Los investigadores explican este fenómeno debido al multimillonario desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 15.000 millones de dólares, a la depreciación del peso argentino y el aumento de las tasas de interés, dice el reporte.
Y las previsiones no son positivas para Argentina.
“Se espera que la deuda pública de la Argentina siga creciendo”, dice el reporte, señalando un nuevo desembolso por 13.400 millones de dólares por parte del FMI, “lo que se traduciría en un nivel de endeudamiento superior al 80% del PIB para el cierre de 2018”.
Para 2019, se espera que el FMI desembolse otros 22.800 millones de dólares.
El reporte preliminar va hasta el mediados de 2018.
Esta semana el Banco Central de la República Argentina divulgó las expectativas de mercado para 2019 y 2020. Según el informe, la caída del PIB será del 1,2% este año y la inflación alcanzaría el 29% anual en diciembre.
Entre tanto Brasil fue el segundo país de la región con la deuda pública más alta, alcanzando 77,2% del PIB, y Costa Rica ocupó el tercer puesto, 52% de su PIB.
Los préstamos del FMI
En 2018 Argentina llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para hacerle un préstamo inicial por 50.000 millones de dólares, que en octubre de ese año aumentó a 56.300 millones de dólares.
Esto debido al “enorme gasto público” que el gobierno del presidente Mauricio Macri dice que heredó de los gobiernos anteriores, y que se intensificó por el aumento de las tasas de interés, el aumento del precio del petróleo y la devaluación de la moneda, según dijo Macri en mayo de 2018.
Pero a esto se le sumó la sequía que, según dijo en julio del año pasado el ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, le quitó al país 8.000 millones de dólares en exportaciones el año pasado, más de 1 punto porcentual de crecimiento del PBI y “afectó notablemente las perspectivas” económicas y hubo un bajonazo en los precios de la soja, uno de los principales productos de exportación del país.
El año pasado el peso argentino perdió más del 50% de su valor respecto al dólar, y el Banco Central Argentino aumentó las tazas de interés de un 45% a un 60% con el fin de estabilizar el peso.
Y como casi el 70% de la deuda del gobierno argentino está en monedas extranjeras, según la agencia de calificación crediticia Moody’s, la caída del peso hizo que fuera cada vez más difícil para el gobierno pagar sus deudas.
“Argentina se comprometió a aplicar un duro ajuste fiscal orientado a alcanzar un balance fiscal equilibrado para 2019”, dice el reporte de la Cepal.