El país vecino fue uno de los primeros en América Latina en decretar el aislamiento obligatorio para frenar el avance del COVID-19. Sin embargo, a un mes de la medida, el gobierno optó por permitir que algunas actividades laborales puedan ejercer, como las ventas electrónicas, el cobro de impuestos y la atención de víctimas de violencia de género.
Argentina fue el primer país en América Latina en declarar cuarentena total por la pandemia del COVID-19. Este 20 de abril, cuando se cumplirá un mes de confinamiento obligatorio, el gobierno de Alberto Fernández, decidió flexibilizar las medidas de cuarentena.
El presidente determinó que desde este lunes, 11 actividades laborales podrán retornar al trabajo. El decreto señala que “en todos los casos se deberá garantizar la organización de turnos, si correspondiere, y los modos de trabajo y de traslado que garanticen las medidas de distanciamiento e higiene necesarias para disminuir el riesgo de contagio del nuevo coronavirus”.
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Asimismo, apunta a que “deberán garantizar las condiciones de higiene y seguridad establecidas por las respectivas jurisdicciones para preservar la salud de los trabajadores”.
Junto con esto, el Ejecutivo confirmó que las provincias tienen la potestad de decidir si la medida se cumple o no en los distintos lugares de trabajo que funcionan en dichas localidades.
En definitiva, las labores que quedan exentas a la cuarentena total son:
De acuerdo a las últimas cifras otorgadas por la Universidad de Johns Hopkins, Argentina registra 2.839 casos confirmados de COVID-19 y 130 fallecidos.
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Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
