El presidente Alberto Fernández anunció que el país se dividirá en cuatro zonas según el riesgo epidemiológico y sanitario. La información se dio a conocer luego de que el jueves se notificó 561 muertes a causa del virus, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia.
(EFE) – El presidente de Argentina, Alberto Fernández, prorrogó este viernes hasta el 21 de mayo las restricciones adoptadas ante la segunda ola de COVID-19, las profundizó en las zonas de “alarma epidemiológica” y anticipó que impulsará una ley para tomar medidas sanitarias en el futuro.
“Debemos hacer un nuevo esfuerzo para bajar la circulación, disminuir los contagios y descomprimir así, lo más que se pueda, nuestro sistema de salud”, dijo Fernández en un mensaje grabado y emitido esta mañana.
El Gobierno había impuesto desde el pasado 9 de abril y hasta este viernes restricciones a la circulación nocturna y a ciertas actividades sociales y comerciales, principalmente en Buenos Aires y su periferia, el área con mayor cantidad de casos.
El mandatario dijo que las nuevas medidas se adoptan en base a criterios epidemiológicos y serán diferentes dependiendo si una zona del país es de bajo, medio o alto riesgo o si ya está en “alarma epidemiológica y sanitaria”.
Con esto, en todo el país quedan suspendidos los viajes en grupos, las reuniones sociales de más de diez personas y la asistencia al trabajo de personas con factores de riesgo. Además, en las zonas de riesgo sanitario medio, los Gobiernos provinciales tendrán la facultad de adoptar en forma temprana medidas que permitan disminuir la circulación.
Mientras que en las de alto riesgo, no se podrá circular entre la medianoche y las 6 de la mañana, quedan suspendidas varias actividades sociales, se establecen aforos y horarios acotados para la gastronomía.
En tanto, para las zonas en “alerta”, principalmente Buenos Aires y su periferia, sólo se podrá circular de 20 a 6, el transporte público se restringe a personal esencial, se mantienen cerrados los centros comerciales y se prohíben los deportes grupales, entre otras medidas.
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Las restricciones para las zonas en alarma incluyen la suspensión de las clases presenciales, una medida que Fernández ya había adoptado el 9 de abril pero que generó una disputa judicial aún no resuelta con el Gobierno de Buenos Aires, a cargo del opositor Horacio Rodríguez Larreta.
Ante esto, Fernández anunció que en los próximos días enviará al Parlamento, de mayoría oficialista, un proyecto de ley para que, “en función de criterios científicos claros y precisos”, se le faculte como presidente y a los gobernadores a adoptar “restricciones y medidas de cuidado durante esta situación excepcional”.
“Soy el presidente de cada argentino y es mi responsabilidad establecer medidas contundentes frente a la pandemia”, agregó este viernes el mandatario.
Argentina atraviesa desde hace casi un mes un vertiginoso aumento de los casos de COVID-19, con creciente nivel de ocupación de camas en las unidades de terapia intensiva.
“Esto no está de ninguna manera resuelto y la cantidad de casos es realmente muy elevada. La situación epidemiológica en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) es crítica y tenemos otras zonas con alta tensión sanitaria”, finalizó.
Este jueves Argentina notificó 561 nuevas muertes por el coronavirus, el número más alto desde el inicio de la pandemia y que elevó la cifra total de fallecimientos a 63.508.
Las autoridades advierten que el número de fallecidos podría aumentar, dado que aún hay muchas personas desaparecidas y las condiciones complicadas para la búsqueda.
