Centenares de personas invadieron el congreso estadounidense luego de una marcha para "salvar a Estados Unidos" donde el mandatario reiteró sus acusaciones infundadas de fraude.
Este miércoles centenares de manifestantes adherentes a Donald Trump irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos, momentos después de un evento en el que el presidente estadounidense nuevamente habló de fraude en las elecciones presidenciales.
El último impulso del mandatario respaldado por el Partido Republicano tuvo lugar mientras en el interior del congreso se certificaban las elecciones que dieron por ganador a Joe Biden.
Fue pasadas las 16 horas de Chile cuando el perímetro del Capitolio era superado por los manifestantes, quienes, al igual que el presidente, rechazan los resultados de las elecciones presidenciales, aduciendo fraudes en el conteo de votos.
En ese momento comenzó un cierre total del Capitolio, mientras las y los congresistas en su interior eran evacuados o resguardados en los pisos superiores del edificio.
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Pero a medida que pasaban los minutos, la gran cantidad de personas que se apostaba en el perímetro hizo imposible el resguardo de todas las entradas del Capitolio.
Así, grupos de a decenas de personas irrumpieron en el congreso, provistos de banderas de la confederación de estados del sur, de Trump y de Estados Unidos, cascos y escudos.
En su interior, los guardias del Capitolio se parapetaron con muebles, en un intento por detener a las turbas y resguardar la integridad de los representantes legislativos. En la Cámara de Representantes, cuya mayoría es demócrata, varios se cubrían y vigilaban el ingreso.
En el primer piso, en tanto, los manifestantes pro Trump seguían ingresando y destruyendo algunas de las oficinas, como la de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, una de las principales críticas de la conducción de Trump.
Pero no todos los adherentes a Trump irrumpieron en el Capitolio. La gran mayoría de ellos permanecieron en el exterior, protestando por lo que durante la tarde el presidente norteamericano llamó “una elección fraudulenta”.
Tras minutos de tensión, finalmente acudieron equipos policiales estatales y la Guardia Nacional para poder desalojar del Capitolio a los protestantes que lo habían invadido, asegurando algunas de las entradas del edificio.
No fue hasta cerca de las 19:30 de Chile, y ya de noche en Estados Unidos, que las fuerzas policiales informaron que el recinto se encontraba seguro y libre de manifestantes.