Una turba de adherentes al presidente Donald Trump traspasó el perímetro del edificio e irrumpió en medio de la sesión del Congreso. Los enfrentamientos con la policía terminaron con una mujer muerta y varios detenidos.
Este miércoles, y mientras los congresistas de Estados Unidos certificaban las elecciones presidenciales, una turba de adherentes al presidente Donald Trump traspasó el perímetro del Capitolio y asaltó el edificio.
Los manifestantes se habían reunido minutos antes en una protesta a favor del mandatario, aduciendo un fraude en las últimas elecciones que dieron por ganador al candidato demócrata Joe Biden.
El proceso de certificación de los 538 votos electorales funciona alfabéticamente, con los legisladores comenzando con Alabama. Sin embargo, el Congreso había certificado sólo dos estados, los nueve votos del Colegio Electoral de Alabama y los tres de Alaska, antes de que estallaran los disturbios.
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Tras los hechos producidos en la ciudad, las autoridades decretaron un toque de queda a partir de las 6:00 pm de este miércoles y que permanecerá en vigor hasta las 6:00 a.m. del jueves.
En tanto, el presidente Trump utilizó sus redes sociales para referirse a los hechos registrados y pidió a los manifestantes que se retiraran del lugar, aunque insistió en acusar, sin pruebas, un fraude electoral: “Tenemos una elección que nos fue robada”.
Por su parte, el mandatario electo, Joe Biden, condenó la toma del Capitolio y lamentó lo sucedido. “Nuestra democracia está bajo un ataque sin precedentes”, dijo en un mensaje televisado.
Después de que estallaron los disturbios, el Congreso entró en receso. Sin embargo, retomaron el proceso durante la noche, una vez el Capitolio ya estaba despejado y resguardado.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
