CNN habló con un supuesto partícipe del ataque de agosto pasado contra el mandatario venezolano. El hombre proporcionó detalles y videos clave de la trama para asesinar a Maduro.
CNN obtuvo nuevos videos que proporcionan una perspectiva escalofriante del misterioso ataque con drones perpetrado el año pasado contra el presidente Nicolás Maduro. Que se sepa, es el primer intento de matar a un jefe de Estado con un artefacto comercial de este tipo, comprado en línea y ensamblado a mano con explosivos militares en su interior.
Un hombre ha reconocido ser el organizador del ataque y dice que fue ejecutado por un grupo de desertores del Ejército de Venezuela, junto con otras personas. En una entrevista exclusiva con CNN, recapituló cómo se preparó el ataque y proporcionó videos tomados con celulares que mostraban drones, explosivos y hasta vuelos de práctica en los llanos colombianos.
“Hemos tratado por todas las vías pacíficas y democráticas de poner fin a esta tiranía que se disfraza de democracia”, le dijo a CNN bajo condición de anonimato, refiriéndose al régimen de Maduro. “Tenemos amigos presos, torturados. Esta fue una decisión difícil”.
También admite que el complot pudo haber matado a muchas otras personas además de su objetivo. “Ese fue el riesgo que tuvimos que asumir”, responde. “Nos duele que el pueblo venezolano sea siempre el que deba pagar las consecuencias”.
El líder opositor Juan Guaidó, quien se declaró presidente interino de Venezuela, le dijo a CNN que reprobaba ese ataque. “Esas opciones no son válidas”. Agregó que, en realidad, sospechaba que el ataque había sido un montaje. “Creo que fue algo interno, armado por el gobierno. Termina haciéndolo lucir como víctima”.
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Captura del video que proporcionó uno de los atacantes.
Al día siguiente del atentado, el asesor nacional de seguridad de EE.UU., John Bolton, advirtió que pudo haber sido fingido para darle al Gobierno de Maduro una “excusa”, quizás para poner mano dura. Aún así, los funcionarios con acceso a informes de inteligencia le dijeron a CNN que creen que sí se trató de un ataque auténtico que salió mal.
Caos en Caracas
En agosto del año pasado, el caos descendió en el centro de Caracas.
Nicolás Maduro pronunciaba un discurso ante un desfile militar en la Avenida Bolívar, una de las principales de la capital, cuando el sonido de una explosión dispersó súbitamente a soldados y civiles por igual. Las cámaras de las cadenas estatales y de las redes sociales presentes en el evento captaron imágenes fragmentadas de la confusión colectiva: el humo que ascendía por encima de la ciudad, una formación de soldados que se desperdigaba, guardaespaldas que saltaban a cubrir a Maduro.
Solo después encajarían las piezas de esta historia: dos pequeños drones que sobrevolaban el evento habían explotado. Ninguno lo suficientemente cerca como para infligir daño letal, aunque siete guardias nacionales resultaron heridos. Un Maduro ileso diría después que pensó que aquellas explosiones no eran más que fuegos artificiales.
Captura del video de uno de los atacantes que muestra uno de los drones usados por el grupo.
Decenas de personas fueron arrestadas. Las autoridades habían lanzado una investigación para determinar quién estaba detrás de este supuesto ataque. Algunos fueron torturados, denunciaron los activistas por los derechos humanos. Otros, en la lista de sospechosos del Gobierno, siguen prófugos.
Maduro también culpó a la ultraderecha y al Gobierno colombiano, que negó toda responsabilidad.
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El organizador del ataque le dijo a CNN que Colombia no estuvo involucrada. Que el ataque con drones fue orquestrado por un grupo en el participaron desertores de la Fuerza Armada de Venezuela, con el objetivo de asesinar a Maduro.
El atacante asegura que se reunieron con varios funcionarios del Gobierno de EE.UU. tres veces luego del ataque. “Ellos concertaron tres reuniones después, imagino que para recopilar información que les permitiera estudiar el caso, pero no pasó de allí”, cuenta.
“Querían obtener datos y nosotros pedimos cosas a cambio. Tomaron nota de eso, y preguntamos si podían ayudar. Entonces simplemente se fueron con sus apuntes y nunca más aparecieron”.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. no quiso hablar de esa supuesta reunión, pero sí dijo: “Nuestra política es apoyar una transición pacífica en Venezuela”. CNN no ha hallado prueba alguna de que dicha reunión se haya realizado.
El plan fue frustrado por guardias que detonaron los drones prematuramente, relata el atacante. Los bloqueadores de señales de teléfono celular que protegen al presidente se reactivaron de repente, causando los estallidos.
La explicación oficial del atentado, suministrada por el ministro del Interior, confirma parte de esta historia, incluidas las rutas de los drones.
El ataque fue preparado en una hacienda alquilada en el campo colombiano. Semanas antes del discurso de Maduro, los desertores venezolanos habían ordenado drones disponibles por Internet en EE.UU., y los adaptaron para detonar una bomba casera a través de un app a control remoto.
En los videos que el desertor le dio a CNN, se puede oír a varios hombres quejándose de que los tornillos de los aparatos son diminutos. Que es difícil leer las instrucciones en chino que traen las cajas, como dice otro.
Los videos muestran igualmente al grupo practicando lo más difícil: volar los drones lo suficientemente alto para no ser vistos y luego lanzarse -en picada y a toda velocidad- para dar en el blanco. Practicaron en diferentes escenarios: entre las praderas, sobre una piscina, desde la ventana de un auto, en la oscuridad de la noche.
Detonaron uno de los aparatos más tarde a modo de prueba.
Posteriormente, desmantelaron las máquinas para meterlas de contrabando por la frontera hacia Venezuela. Una vez de vuelta en su país, reensamblarían lentamente los dos drones destinados al presidente.