Al igual que la población rusa, un grupo de cerca de 150 chilenos experimenta las consecuencias económicas de las restricciones impuestas a Rusia. "Están comprando el dólar al mismo valor que antes y lo están vendiendo aproximadamente en un 25% más", dice Eduardo Aldea. A eso, se suman las preocupaciones por la falta de dinero y el acceso a redes sociales y medios de comunicación.
Las sanciones que impuso la comunidad internacional a Rusia tras la invasión a Ucrania comienzan a afectar a la población que reside en dicho país, entre ellos un grupo de cerca de 150 chilenos que viven en medio de la incertidumbre económica y social.
En ese sentido, una de las principales complicaciones tiene que ver con la falta de dinero y la imposibilidad de que sus familias desde Chile puedan hacerles el envío del mismo, ya que los sistemas bancarios no funcionan.
“Los rusos tienen una tarjeta que es una cuenta bancaria, porque ya no están funcionando las Mastercard ni las Visa”, detalla Isaac Tobar, quien llegó a Rusia en 2019 gracias a su trabajo en distintos circos del mundo, y hoy está casado con una mujer rusa y tiene un hijo de esa nacionalidad.
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Las complicaciones también son resultado de la exclusión de los bancos rusos del sistema de pago interbancario Swift, que entró en vigencia el miércoles pasado y es considerada una de las medidas más duras contra el Kremlin.
Restricción que impactó rápidamente en la ciudadanía rusa, que se encontró con cajeros sin dinero, tiendas cerradas y tasas de cambio que van en perjuicio de las personas, además de las casi nulas posibilidades de salir del país si la situación empeora.
“No puedo, los rusos tienen prohibido hasta los tránsitos. Estoy literalmente atrapado acá”, dice Eduardo Aldea, chileno residente en Rusia.
Sobre el tipo de cambio, afirma que “están comprando el dólar al mismo valor que antes que comenzara esta situación, es decir un 30% menos, y te lo están vendiendo aproximadamente en un 25% más”.
El acceso a la información es otro de los temas que preocupa al mundo, medios como la BBC, Deutsche Welle, Voice of America y plataformas como Facebook y Twitter ya han sido bloqueadas en Rusia.
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Es más, las autoridades anunciaron castigos con multas de miles de euros y hasta 15 años de cárcel para quienes difundan cualquier información que sea considerada falsa sobre lo que hacen en Ucrania. Misma situación si apoyan las sanciones de occidente contra el Kremlin.
“Vivimos en un país muy controlador. Empecé a notar que mis aplicaciones se empezaron a pegar, y cuando recibí llamadas por WhatsApp escuché muchas interferencias y eso me tiene asustado”, explica Aldea.
En esa línea, Tobar confirma que “Rusia cerró Facebook y Messenger, y de las redes sociales Instagram funciona mal. Mi suegro es ruso y tengo temor porque él me dijo ‘no hables tanto de este tema, te pueden llevar preso, te pueden secuestrar o agredir la policía”.
“Las noticias solamente hablan de lo malo de Ucrania”, sentencia el artista circense.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
