Este martes se enfrentarán en el primer debate cara a cara el actual mandatario que va a la reelección y el aspirante demócrata a la presidencia. Acá algunas de las claves que debes conocer. Transmite CNN Chile desde las 22 horas.
(CNN) – Donald Trump podría enfrentar el desafío más directo a su presidencia por el manejo que le ha dado a la pandemia de coronavirus, la economía y su conducta personal en su primer debate contra el candidato demócrata, Joe Biden, este martes, con quien se enfrentará en las urnas el 3 de noviembre.
La audiencia, de unas 70 personas, será limitada en comparación con los debates anteriores. Todos los asistentes al evento en la Universidad Case Western Reserve, Cleveland, se someterán a pruebas de COVID-19 y seguirán otros protocolos de seguridad sanitaria. El moderador será el presentador Chris Wallace, de Fox News.
El debate está programado para las 22:00, hora de Chile, y durará 90 minutos, sin cortes comerciales. Los temas del debate son “El historial de Trump y de Biden”, “La Corte Suprema”, “COVID-19”, “La economía”, “Raza y violencia en nuestras ciudades” y “La integridad de las elecciones”, según la Comisión de Debates Presidenciales.
Aquí hay seis cosas para estar atentos en el debate, que será transmitido desde las 22:00 por CNN Chile.
1. Los US$ 750 de impuestos de Trump
En la víspera del debate, Biden consiguió un garrote considerable para usar contra Trump. El diario The New York Times informó que el actual presidente no había pagado impuestos sobre la renta en 10 de 15 años a partir del 2000. Y tanto en el año en que ganó la presidencia como en su primer año en la Casa Blanca, pagó solo US$ 750 en impuestos federales, una cantidad increíblemente baja: menos de $600 mil.
La campaña de Biden realizó un anuncio digital que destaca cómo los maestros, bomberos y enfermeras pagan, en promedio, significativamente más en impuestos federales sobre la renta que Trump. Y los principales operativos demócratas creen que Biden usará la revelación para atacar al presidente durante el debate.
Lee también: Nueva York investigará a Donald Trump ante posible evasión de impuestos municipales
La historia es un regalo para Biden, cuya campaña se ha basado en una retórica que coloca a Trump como fuera de contacto con los estadounidenses promedio. Biden se ha promocionado como el candidato que tiene contacto con los trabajadores estadounidenses porque nació y se crió en Scranton, Pensilvania, y asistió a escuelas estatales. Por su parte, Trump, según Biden, no está en contacto con la gente porque está más asociado con el rico centro de Manhattan.
Trump ha descartado el enfoque en sus impuestos al negar el informe de The New York Times, a pesar de que el periódico tiene las declaraciones de impuestos. El presidente ha argumentado que a la mayoría de la gente no le importa el tema. Esa táctica será desafiada el martes.
2. Bajas expectativas de Biden
Trump y su campaña invirtieron meses y millones de dólares en publicidad para calificar a Biden de senil, aprovechando cada tropiezo verbal. A menudo usaron videos engañosos o fuera de contexto, en un esfuerzo por sembrar dudas en la mente de los votantes de que el ex vicepresidente, de 77 años, no es apto para el puesto. Al mismo tiempo, sugirieron falsamente que Biden estaba tratando de eludir los debates.
La realidad, sin embargo, es que Biden es un polemista que se mantuvo firme en las batallas primarias demócratas, así como en los debates vicepresidenciales de 2008 y 2012.
Lee también: Marcha feminista por el aborto legal termina con incidentes en México
Aparentemente tarde para comprender la probabilidad de que establecer expectativas tan bajas para Biden podría ser contraproducente, en los últimos días el presidente giró hacia una nueva teoría infundada en Twitter para explicar un desempeño potencialmente fuerte de Biden, uno que Trump usó también sin evidencia contra Hillary Clinton, en 2016: que Biden tomará medicamentos para mejorar su desempeño.
Para aquellos que siguen la carrera a través del lente de los medios de derecha, incluso una actuación adecuada de Biden podría ser sorprendente. Y a los ojos de los votantes mayores, independientes y suburbanos que, según las encuestas, se han alejado de Trump desde 2016, Biden podría beneficiarse de la barra baja que el presidente ha establecido simplemente manteniéndose firme.
3. La respuesta de Trump al coronavirus
Ningún tema ha dominado las elecciones presidenciales más que la pandemia del nuevo coronavirus. No sólo ha obligado a ambas campañas a repensar la forma en que operan, el manejo de Trump de la crisis por el COVID-19 se ha convertido en el tema dominante para Biden. Y el martes representa una oportunidad para que el ex vicepresidente lleve esas críticas directamente al presidente.
Los consejeros de Biden creen que la pandemia es la razón por la que las encuestas electorales se han mantenido estables. Y el ex vicepresidente parece listo para convertirlo en una parte central de su ataque el martes.
Lee también: Justicia de EE.UU. pausa bloqueo de Trump a TikTok
Trump cuenta repetidamente la misma historia sobre el virus: culpa a China, habla de los aumentos en las pruebas en Estados Unidos y luego promociona la posibilidad de que se apruebe una vacuna pronto.
Todos esos puntos tienen agujeros importantes para que Biden los explote y Trump demostró en un foro de ABC News, a principios de este mes, que lucha por responder preguntas directas sobre el virus cuando abandona los confines de Fox News y otros medios conservadores amistosos.
4. El impulso de Trump en la Corte Suprema
La decisión de los republicanos de seguir adelante con una confirmación para ocupar la vacante en la Corte Suprema solo unas semanas antes de las elecciones presidenciales es casi seguro que será un punto en el debate presidencial, el martes por la noche.
Si se confirma a la designada de Trump, Amy Coney Barrett, los conservadores tendrían una mayoría en la Corte de 6-3. El gobierno de Trump busca en los tribunales eliminar la Ley de Atención Médica Asequible, de Obama, una medida que cumpliría la promesa de Trump de terminar con Obamacare.
Lee también: Armenia-Azerbaiyán: Bachelet dice estar “consternada” por las víctimas civiles y pide un alto al fuego
Los demócratas, incluido Biden, se han centrado en la atención médica en la batalla por la Corte Suprema. Y aunque Trump ha tratado de aislarse firmando un decreto que dice que las protecciones para aquellos con condiciones preexistentes permanecerían vigentes, esa orden es ineficaz y ni él ni los republicanos han presentado una nueva legislación para exigir esas protecciones.
Trump, mientras tanto, usó con éxito la promesa de los jueces conservadores para motivar a los votantes republicanos, en 2016, y podría intentar hacerlo nuevamente este año, cuando probablemente necesite una participación más fuerte entre los votantes republicanos de base para ganar la reelección.
5. ¿Quién comprobará los hechos ?
Frank J. Fahrenkopf Jr., co-presidente de la Comisión de Debates Presidenciales, le dijo a CNN, el domingo, que no “esperan” que ninguno de los moderadores verifique los hechos de Trump o Biden en ese momento. “En el momento en que se apague la televisión, habrá muchos verificadores de datos”, añadió.
Y un asistente de Biden con conocimiento del proceso de debate le dijo a CNN que el ex vicepresidente no tiene la intención de verificar las falsedades de Trump, incluso si el presidente rutinariamente gira hacia ellas. Eso, dijo el asistente, es el trabajo del moderador. Estrategas demócratas creen que es una tontería que Biden se empantane en verificar a Trump.
“La mejor manera de lidiar con Trump no será intentar verificarlo en tiempo real o dejar que las mentiras y los absurdos se vayan con la esperanza de que los moderadores, o los espectadores, los atrapen”, escribió Philippe Reines, un ex asistente de Hillary Clinton, que interpretó a Trump durante su preparación para el debate de 2016.
6. Una sección fundamental sobre la raza
Biden ha dicho desde que lanzó su campaña que el hecho de que Trump no condenara a los supremacistas blancos que marcharon en Charlottesville, en 2017, es lo que lo motivó a postularse para presidente este año. Su argumento de que el “alma de la nación” está en juego se basa en parte en los comentarios y acciones racistas de Trump, que, según Biden, envalentonan a los supremacistas blancos de todo el país.
Aunque ha condenado la violencia, los daños a la propiedad y los saqueos, Biden ha apoyado ampliamente las protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial, y se ha reunido con las familias de George Floyd, quien murió bajo custodia de la Policía de Minneapolis, y Jacob Blake, quien recibió un disparo en la espalda de un policía en Kenosha, Wisconsin.
Trump, mientras tanto, dedicó gran parte de la Convención Nacional Republicana a condenar los daños a la propiedad y los saqueos que han tenido lugar junto con protestas en gran parte pacíficas en algunas ciudades, y a prometer una represión