Desde la presidencia de Argentina señalaron en un comunicado que "hace tiempo que la democracia boliviana está en peligro. No por un golpe militar, sino porque históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras”.
(CNN en Español) – El embajador de Bolivia en Argentina, Ramiro Tapia, arribó al país andino tras el llamado a consultas, después de que el presidente Javier Milei dijera que el intento de golpe de Estado denunciado por Luis Arce era “un fraude”.
“En la reunión con el embajador boliviano, se ratificó el rechazo absoluto a las desinformadas y calumniosas afirmaciones que se realizan en relación con el golpe de Estado militar fallido, ocurrido el pasado 26 de junio”, dijo la Cancillería en un comunicado, donde también reiteró su repudio a los últimos dichos del gobierno de Milei en X: “El Gobierno boliviano rechazó la publicación de la Oficina del Presidente de la República Argentina, como las nuevas agresiones realizadas el 2 de julio a través de una publicación en la red social X por parte del presidente de Argentina”.
En medio de la tensión diplomática y sin hacer referencia al estatus del embajador Tapia, el martes por la mañana Milei volvió a referirse al tema como “el fraude montado en Bolivia”.
La semana anterior, cuando las imágenes de militares y soldados rodeando edificios gubernamentales en La Paz recorrían el mundo, presidentes y líderes regionales salieron rápidamente a condenar lo ocurrido. Incluso sectores de la oposición boliviana -entre ellos la propia Jeanine Áñez- se sumaron al rechazo.
Sin embargo, el Gobierno argentino se llamó a silencio. La única voz oficial que se refirió al tema, sin dar nombres propios, fue la canciller Diana Mondino, quien tuiteó en X: “Los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas”.
Más tarde, la Cancillería emitió un comunicado repudiando “las movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército boliviano”.
Días más tarde, en medio de las denuncias de Evo Morales y el general Juan José Zúñiga, exjefe del Ejército boliviano, que sin mostrar pruebas acusaron a Arce de montar una escena de “autogolpe”, el Gobierno argentino se sumó a estos señalamientos mediante un comunicado oficial. Arce ha negado repetidamente los señalamientos de autogolpe.
“La Oficina del Presidente repudia la falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el gobierno de Bolivia” (…). Hace tiempo que la democracia boliviana está en peligro. No por un golpe militar, sino porque históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras. Sobran ejemplos: Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte”, decía el texto que se publicó en las redes de la oficina del presidente, y que fue retuiteado por el mandatario argentino.
Incluso Morales, enfrentado con Arce y uno de los implicados en las acusaciones del “autogolpe”, salió a responderle a Milei por la “intromisión”.
“Condenamos de la manera más enérgica las declaraciones de intromisión e injerencia del presidente de Argentina. Los asuntos de los bolivianos serán resueltos por los bolivianos. No permitiremos que voces que solamente tienen como objetivo destruir a los movimientos populares de la región tengan algo que decir sobre nuestros asuntos. Por más diferencias que tengamos con el actual gobierno, no perdemos de vista que Milei es un enemigo de los pueblos. ¡Bolivia se respeta!”, publicó Morales en X.
CNN se contactó con la Cancillería de Argentina para consultar sobre el curso de las tensiones diplomáticas, pero no ha recibido respuesta.