La controvertida suspensión de cinco semanas de las sesiones del Parlamento británico por el primer ministro Boris Johnson fue ilegal, dictaminó este martes la Corte Suprema del Reino Unido, en una decisión histórica que tendrá implicaciones constitucionales de gran alcance.
Los jueces confirmaron por unanimidad una decisión anterior del tribunal civil más alto de Escocia, que dictaminó que Johnson había actuado ilegalmente para suprimir el escrutinio parlamentario de su estrategia sobre el brexit.
La decisión es una gran derrota para el primer ministro y esencialmente dictamina que le mintió a la reina cuando le pidió que suspendiera las sesiones del Parlamento. El fallo probablemente desencadenará una amarga discusión sobre si los jueces han intervenido demasiado en la arena política del Reino Unido.
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La decisión de Johnson de suspender las sesiones del Parlamento hasta mediados de octubre fue muy polémica. Los legisladores de oposición lo acusaron de tratar de bloquear los esfuerzos políticos para detener un Brexit sin acuerdo el 31 de octubre.