La cifra significa un aumento del 28% a comparación del mismo mes, pero en 2019. Organizaciones medioambientales ya habían alertado sobre esta alza de incendios forestales durante la temporada de sequía
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Brasil registró 6.803 focos de incendio en la Amazonía brasileña en julio, lo que supone un aumento del 28 % respecto al mismo mes del año pasado, según los datos oficiales divulgados este sábado.
Los incendios en el mayor bosque tropical del planeta en julio fueron los mayores para el mes desde 2017, cuando se registraron cerca de 8.000 focos, según los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE).
Tan solo el 30 de julio la Amazonía registró 1.007 focos de incendio en un único día, lo que supone el mayor número registrado para el mes desde 2005.
Organizaciones medioambientales ya habían alertado de un aumento de los incendios forestales durante la temporada de sequía, que comienza en mayo y se prolonga hasta septiembre, en la Amazonía brasileña tras los altos índices de deforestación en la región.
Los incendios en la selva amazónica suelen extenderse por áreas que han sido previamente desforestadas, uno de los grandes problemas que enfrenta el ecosistema y que se ha agravado en los últimos tiempos.
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La tala y quema de los terrenos es una práctica común que permite preparar la tierra para las siembras, y en la Amazonía brasileña está permitida bajo determinadas normas, pero el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro anunció su prohibición el mes pasado para contener los incendios ante la fuerte presión internacional.
La medida, sin embargo, no ha impedido el avance del fuego en diferentes regiones de la Amazonía, principalmente en el estado de Pará (norte), que concentra el 40 % de los focos, según recalcó Greenpeace.
“El aumento de los incendios es reflejo de la política medioambiental del gobierno, que se ha basado en operaciones mediáticas. El decreto (para prohibir el fuego en la siembra) no va a frenar la deforestación ilegal”, dijo a Efe Romulo Batista, portavoz de Greenpeace.
“El gobierno está de lado de quien está haciendo este tipo de cosas”, denunció.
En 2019 hubo un total de 89.178 incendios que devastaron grandes áreas de selva amazónica, lo que entonces supuso un 30 % más con respecto al año anterior.
Ese año, las imágenes de los fuegos dieron la vuelta al mundo y fueron ampliamente condenados por la comunidad internacional y la sociedad civil, que culpó del desastre al discurso antiecologista de Bolsonaro, quien defiende la explotación de los recursos naturales en toda la Amazonía, incluidas las reservas indígenas.