El hombre reconoció sus actos, mientras que la familia de su esposa aceptó los años de cárcel en desmedro de la pena de muerte. Las autoridades aún no saben exactamente por qué mató a su familia.
Antes de saber este lunes que nunca más saldría de prisión, Chris Watts permaneció en la mesa de la defensa, con la cabeza baja y meciendo una pierna, mientras su madre le decía que lo amaba y la familia de su esposa asesinada lo llamaba monstruo.
Calificándolo como quizás “el crimen más inhumano y cruel que he manejado entre los miles de caso que he visto”, el juez Marcelo Kopcow dictó cinco cadenas perpetuas –tres consecutivas y dos concurrentes– sin posibilidad de libertad condicional en contra de Watts, por asesinar a sus dos hijas y a su esposa embarazada.
Watts también recibió 48 años adicionales por la muerte de su hijo no nacido, quien se llamaría Nico Lee, y otros 36 años por delitos relacionados con la eliminación de los cadáveres.
Sus manos estaban amarradas a la cintura y Watts llevaba un uniforme naranja. Rara vez levantó la vista durante el procedimiento, ni siquiera cuando su madre se dio la vuelta para mirarlo y le dijo entre lágrimas: “Te hemos amado desde el principio y todavía lo hacemos”.
El único momento en que Watts habló durante la audiencia fue cuando Kopcow le preguntó si deseaba entregar una declaración. “No, señor”, respondió.
Antes de que Watts fuera sentenciado, el fiscal del condado de Weld, Michael Rourke, reveló detalles escalofriantes de cómo Watts estranguló a su esposa, Shanann, y sus hijas Bella, de 4 años, y Celeste, de 3, antes de deshacerse de sus cuerpos en un lugar apartado donde trabajaba.
“El hombre sentado a mi derecha asfixió a sus hijas”, indicó Rourke. “Imaginen el horror en la mente de Bella cuando su padre apagó su vida… Ella luchó por vivir mientras su padre la asfixiaba”, añadió.
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Un abogado de Chris Watts siguió la declaración de Rourke y dijo que su cliente está “devastado”. Manifestó que si bien Watts sabe que sus palabras son vacías, él “lamenta sinceramente todo esto”.
Watts, de 33 años, se declaró culpable este mes por asesinato en primer grado y otros cargos. Con la aprobación de la familia de su esposa, los fiscales abandonaron la posibilidad de la pena de muerte.
Su sentencia se produce días después de que una mujer con la que Watts salía le dijera al periódico The Denver Post que él le mintió sobre estar muy cerca de terminar su proceso de divorcio. Ella cooperó con la policía antes de su arresto, le dijo a la publicación.
Una emocional declaración desde el porche
Cuando Shanann Watts y sus dos niñas desaparecieron a mediados de agosto, Chris Watt dijo inicialmente ante los medios de comunicación que la familia estuvo la casa de un amigo antes de pedir el regreso de su familia durante una entrevista con la afiliada de CNN KMGH.
“Mis hijas son mi vida”, sostuvo Watts desde el porche delantero de su casa en Frederick, a unos 48 kilómetros al norte de Denver. “Esas sonrisas iluminan mi vida”, insistió.
Watts le dijo a KMGH que su esposa llegó a casa proveniente del aeropuerto alrededor de las 2 a.m., y que él se fue a trabajar aproximadamente a las 5:15 a.m. Relató que los dos tuvieron una conversación emocional pero civilizada antes de qué él se fuera, pero no dio más detalles.
Por otro lado, Watts le relató a la policía que en la mañana del 13 de agosto, antes de salir para su trabajo, él le había informado a su esposa Shanann que quería una separarse. No habían discutido, pero ambos estaban molestos y llorando, le dijo a la policía, según una declaración jurada.
Chris Watts le afirmó a KMGH que había llamado y enviado mensajes de texto a su esposa tres veces durante esa mañana sin obtener respuesta. Sostuvo que se dio cuenta de que algo pasaba cuando un amigo de Shanann llegó a la casa de la familia alrededor del mediodía.
“Ella acaba de regresar de Arizona, y pensé que simplemente estaba ocupada, pero cuando su amigo apareció, fue cuando caí en cuenta, como esto no está bien”, explicó Watts.
Una historia que no encaja
Tres días después, el cuerpo de Shanann Watts –quien estaba embarazada de su tercer hijo y tenía 15 semanas– fue encontrado en una tumba poco profunda. Los cuerpos de Bella y Celeste se descubrieron dentro de tanques comerciales de petróleo en una compañía donde Watts trabajó.
Después de que las autoridades hallaron los cadáveres, Chris Watts cambió su versión de la historia y le dijo a la policía que había estrangulado a Shanann Watts en un ataque de rabia tras ver ver a su esposa asfixiando a Celeste.
El 6 de noviembre pasado, Watts se declaró culpable de nueve cargos, incluidos tres de asesinato en primer grado y terminación ilegal de un embarazo. Las autoridades no saben exactamente por qué mató a su familia.
Después de que se anunció su acuerdo de culpabilidad, el fiscal Rourke informó a periodistas que las autoridades tienen un motivo parcial. Él ofrecería más detalles después de que Watts fuera sentenciado, dijo.
Otra mujer cuenta su versión de la historia
Una declaración jurada de arresto del condado Weld, que fue desclasificada, señala que los investigadores descubrieron que Watts estaba “activamente involucrado” en un romance extramatrimonial con una compañera de trabajo.
No está claro si esa relación fue con Nichol Kessinger, de 30 años, quien le dijo a The Denver Post que se conocieron cuando trabajaban en el departamento ambiental de un contratista de petróleo.
“Acabábamos de conocernos”, le indicó Kessinger al periódico. “Apenas lo conocía”.
Él no usaba un anillo de matrimonio cuando los presentaron, y ella pensó que era atractivo, de voz suave y un buen oyente, dijo la mujer. Cuando se encontraron por primera vez fuera del trabajo a finales de junio, él le dijo que se encontraba en las etapas finales de un divorcio. Ella nunca conoció a ninguno de sus familiares o amigos, sostuvo Kessinger en declaraciones al diario.
Watts le envió un mensaje de texto a Kessinger el pasado 13 de agosto para decirle que su familia había desaparecido y ella estaba confundida acerca de por qué los medios de comunicación estaban en su casa.
“Cuando leí las noticias, descubrí que aún estaba casado y que su esposa tenía 15 semanas de embarazo”, le explicó Kessinger a The Denver Post.
Según dijo, ella lo llenó de preguntas a través de llamadas telefónicas y mensajes de texto y él cambió su historia sobre el divorcio, mostró poca emoción frente a la desaparición de su familia y trató de cambiar el tema.
“Llegó un punto en el que me estaba diciendo tantas mentiras que finalmente le dije que no quería volver a hablar con él hasta que encontraran a su familia”, sostuvo Kessinger, explicando que llamó a la policía el 15 de agosto para reportar las mentiras de Watts.