Los manifestantes hongkoneses nuevamente salieron a las calles, esta vez con la principal consigna en contra de la última normativa de la administración de Carrie Lam, en la que se aplican penas de cárcel y multas a quien cubra su rostro.
Una nueva jornada de protestas se vivió en las calles de Hong Kong este sábado, con manifestantes exigiendo la eliminación de la normativa que prohíbe el uso de mascarillas.
Los efectivos policiales intentaron dispersar a la multitud con gases lacrimógenos y carros lanza agua. En medio de los enfrentamientos, un joven de 14 años fue herido en su muslo con un impacto de bala.
La ley de regulaciones de emergencia recientemente aprobada establece que el uso de máscaras en protestas será considerado un delito castigado con gasta un año de prisión y con multas cercanas a los 3 mil dólares.
A esto se suma que la policía podrá detener a cualquier persona que se cubra el rostro en la calle si se sospecha que su motivo es precisamente ocultar su identidad.
La Jefa del Gobierno Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, defendió la medida tomada por su administración y enfatizó en el apoyo que ha recibido por parte de la comunidad.
“Cuarenta miembros pro-establishment han apoyado al Gobierno en la legislación de la regulación antimáscaras. Cantidades relativamente grandes de personas del sector empresarial, padres, sindicatos de docentes y diferentes organizaciones de la sociedad han manifestado públicamente su apoyo a la regulación”, dijo Lam.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
